tag:blogger.com,1999:blog-20364887021019859802024-02-19T23:14:37.904-08:00APOCALIPSIS O VISIÓN DE JUANTraducción y comentarios por Juan Mateos. Texto utilizado: La Nueva Biblia Española.Unknownnoreply@blogger.comBlogger47125tag:blogger.com,1999:blog-2036488702101985980.post-47528464807924998462010-10-13T03:04:00.000-07:002010-10-13T03:40:52.337-07:00EPÍLOGO. El ángel, Juan y Jesús autentican el libro. Ap 22,6-21.<span style="font-weight:bold;">6 Me dijo: "Estas palabras son dignas de fe y verdaderas". El Señor Dios que inspira a los profetas envió su ángel para que mostrase a sus siervos lo que tiene que suceder en breve.<br />7 "Voy a llegar en seguida, dichoso el que hace caso de la profecía contenida en este libro".<br />8 Soy yo, Juan, quien vio y oyó todo esto. Al oírlo y verlo caí a los pies del ángel que me lo mostraba, para rendirle homenaje, <br />9 pero él me dijo: "No, cuidado, yo soy tu compañero de servicio, tuyo y de tus hermanos los profetas y de los que hacen caso de las palabras de este libro; rinde homenaje a Dios".<br />10 Él me dijo: "No selles el mensaje profético contenido en este libro, que el momento está cerca.<br />11 El que daña, siga dañando; el manchado, siga manchándose; el honrado, siga portándose honradamente; el consagrado, siga consagrándose".<br />12 "Voy a llegar en seguida, llevando mi recompensa para retribuir a cada uno conforme a la calidad de su trabajo.<br />13 Yo soy el Alfa y la Omega, el primero y el último, el principio y el fin".<br />14 "Dichosos los que lavan su ropa para tener derecho al árbol de la vida y entrar por las puertas de la ciudad.<br />15 Fuera los perros, los hechiceros, los lujuriosos, los asesinos, los idólatras y todo amigo de cometer fraudes".<br />16 "Yo, Jesús, envié mi ángel para que os declarase esto acerca de las iglesias. Yo soy el retoño y el linaje de David, el lucero brillante de la mañana".<br />17 Dicen el Espíritu y la esposa: "¡Ven!"<br />Dida el que escucha:¡Ven!"<br />Quien tenga sed, que se acerque; el que quiera, coja de balde agua viva.<br />18 A todo el que escucha la profecía contenida en este libro, le declaro yo: Si alguno añade algo, Dios le mandará las plagas descritas en este libro.<br />19 Y si alguno suprime algo de las palabras proféticas escritas en este libro, Dios lo privará de su parte en el árbol de la vida y en la ciudad santa descritos en este libro.<br />20 El que se hace testigo de estas cosas dice: "Sí, voy a llegar en seguida".<br />Amén. Ven, Señor Jesús.<br />21 El favor del Señor Jesús esté con todos.</span><br /><br />EXPLICACIÓN.<br /><br />El epílogo presenta cierta forma de diálogo, pero a menudo es muy difícil determinar quién es el sujeto que habla.<br /><br />EL ángel certifica la verdad de lo contenido en el libro (cf. 21,5); que <span style="font-style:italic;">inspira a los profetas</span>: en gr. <span style="font-style:italic;">pneuma </span>puede significar "espíritu" o "inspiración", cf. 1 Jn 4,1-3; se trata de los profetas cristianos, bien conocidos en las comunidades; la profecía de Juan es un desarrollo de esa línea profética; lo que <span style="font-style:italic;">tiene que suceder en breve</span>, Juan espera que el proceso de caída de los poderes descrito en el libro empiece a notarse en la historia (6).<br /><br />Tres veces anuncia Jesús en este capítulo la proximidad de su llegada (cf. 22,12.20) (7). En el libro, sin embargo, no se describe una parusía final; el juicio no lo realiza el Mesías, sino Dios (20,11-15); el mundo nuevo comienza con una nueva creación (21,1.5) y la bajada desde el cielo de la nueva Jerusalén (21,2.10). El anuncio de 1,7 ha de referirse, por tanto, a un acontecimiento histórico que manifieste la condición divina (<span style="font-style:italic;">entre las nubes</span>) del crucificado (<span style="font-style:italic;">al que traspasaron</span>, Jn 19,34.37; Zac 12,10) y haga rectificar a los hombres (<span style="font-style:italic;">plañirán por él</span>). Por otra parte, en 2,16 la llegada inminente concierne solamente a la comunidad de Pérgamo, para eliminar un mal; en 3,11 a la de Filadelfia, para mantenerla en su fidelidad; en ninguno de los dos casos implica la llegada el fin de la historia.<br /><br /><span style="font-style:italic;">Dichoso el que hace caso</span>, el mensaje contenido en el libro, la certeza del futuro le dará fuerzas para superar las dificultades del presente.<br /><br />Juan se declara testigo de las visiones y de las palabras sobre la Jerusalén celeste; sabe que no son invención suya (cf. 1,9) (8). De nuevo el ángel rechaza el homenaje de Juan; no es más que un <span style="font-style:italic;">compañero de servicio; los profetas,</span> los que dan testimonio de Jesús; <span style="font-style:italic;">los que hacen caso</span>, etc.: aceptan el contenido del libro los que han comprendido y asimilado el mensaje (cf. 19,,10 (9).<br /><br /><span style="font-style:italic;">No selles</span> (10), porque el libro se refiere a sucesos contemporáneos, al contrario, en Dn 8,26. Dada la cercanía de los acontecimientos, hay que conocer sin tardanza el contenido del libro; <span style="font-style:italic;">el momento está cerca</span>, cf. 1,3. Se van afirmando las buenas o malas opciones; no hay lugar para términos medios (Dn 12,10) (11).<br /><br />Jesús anuncia por segunda vez su inminente llegada (12); la retribución no mira las disposiciones interiores, sino su traducción en la práctica, cf. 20,12s. Jesús, igual a Dios: <span style="font-style:italic;">el Alfa y la Omega</span>, cf. 1,8; 21,6; <span style="font-style:italic;">el primero y el último</span>, 1,17; 2,8; Is 44,6; 48,12; <span style="font-style:italic;">el principio y el fin</span>; 21,6 (13).<br /><br />Bienaventuranza: plenitud de vida definitiva; <span style="font-style:italic;">lavan su ropa</span> en la sangre del Cordero, cf. 7,14; <span style="font-style:italic;">el árbol de la vida,</span> 2,7; 22,2.19. Exclusión de los egoístas, injustos y falsos, cf. 21,8.27;<span style="font-style:italic;"> perros</span>, modo judío de llamar a los paganos; en el lenguaje de Juan, los que persisten en los falsos valores del paganismo (15).<br /><br />Jesús confirma y hace suyo el mensaje del ángel (cf. 1,1); <span style="font-style:italic;">os declararse</span>, a los miembros de las siete iglesias (1,4). <span style="font-style:italic;">El retoño</span>; etc.: en él se cumple la aspiración y el ideal expresado en el AT, cf. 5,5; <span style="font-style:italic;">el lucero</span>, cf. 2,28 (16). La insistencia sobre la autenticidad del libro hace sospechar que éste fue objeto de controversia ya desde el principio.<br /><br />Anhelo de la comunidad animada por el Espíritu (cf. las conclusiones a las siete cartas, caps. 2-3); <span style="font-style:italic;">la esposa</span>, 19,7; 21,2.9 (17). Invitación a los presentes (<span style="font-style:italic;">Diga el que escucha</span>). Llamada universal a participar del agua viva, es decir, a encontrarse personalmente con Jesús: cf. 21,6.<br /><br />El libro, intangible. La grave amenaza indica la importancia de lo escrito y el peligro de que sea alterado (18-19).<br /><br />Jesús anuncia por tercera vez en este capítulo y de modo enfático (<span style="font-style:italic;">Sí</span>) su inminente llegada. Deseo de la comunidad; <span style="font-style:italic;">Ven, Señor Jesús</span>, el arameo <span style="font-style:italic;">Marana tha</span>, " "Señor nuestro, ven", cf. 1 Cor 16,22 (20). Saludo final (cf. 1,4) (21).Unknownnoreply@blogger.com3tag:blogger.com,1999:blog-2036488702101985980.post-33451988547491767002010-10-13T00:28:00.000-07:002010-10-13T00:51:27.194-07:00LA HUMANIDAD EN LA NUEVA JERUSALÉN. Ap 21,24-22,5.<span style="font-weight:bold;">21 24 Se pasearán las naciones bañadas en su luz, los reyes de la tierra llevarán a ella su esplendor.<br />25 y sus puertas no se cerrarán de día, pues allí no habrá noche.<br />26 Llevarán a ella el esplendor y la riqueza de las naciones,<br />27 pero nunca entrará en ella nada impuro, ni idólatras ni impostores, sólo entrarán los inscritos en el registro de los vivos que tiene el Cordero.<br /><br />22 1 Me mostró entonces el ángel un río de agua viva, luciente como el cristal, que salía del trono de Dios y del Cordero.<br />2 <span style="font-style:italic;">A mitad</span> de la calle de la ciudad, a un lado y otro del <span style="font-style:italic;">río, crecía el árbol de la vida</span>: da doce cosechas, <span style="font-style:italic;">una cada</span> mes del año, y <span style="font-style:italic;">las hojas</span> del árbol sirven de <span style="font-style:italic;">medicina</span> a las naciones. (Ez 47,12).<br />3 No habrá ya nada maldito. En la ciudad estará el trono de Dios y del Cordero, y sus siervos le prestarán servicio, <br />4 lo verán cara a cara y llevarán su nombre en la frente.<br />5 Noche no habrá más, ni necesitarán luz de lámpara o del sol, porque el Señor Dios irradiará luz sobre ellos y serán reyes por los siglos de los siglos.</span><br /><br />EXPLICACIÓN<br /><br />A la visión estática de la ciudad sucede la dinámica. <span style="font-style:italic;">Las naciones </span>habitan la ciudad y gozan de su luz (cf. Is 60,3a); <span style="font-style:italic;">los reyes de la tierra</span>, aliados de la fiera, que habían perecido en la batalla final (19,19-21), ceden ahora su esplendor a la ciudad; modo de significar la abdicación y el cese de todo poder, contradictorio con esta sociedad; <span style="font-style:italic;">llevarán a ella su esplendor/gloria</span>: contra Is 49,23; Sal 72,10s, no hay humillación para estos reyes (24). Acogida permanente. cf. Is 60,19s; las tinieblas, resto, como el mar, del caos primitivo (21,1), no existirán en la nueva creación (25). La sociedad definitiva no se construirá solamente a partir de la tradición de Israel, reunirá el fruto de toda la humanidad (cf. Is 60,5) (26). Por contraste, excluye toda maldad; <span style="font-style:italic;">impuro</span>, lo abominable para Dios, lo que se opone a su amor; <span style="font-style:italic;">idólatras</span> (lit. "el que hace abominación", gr. <span style="font-style:italic;">bdélygma</span>, usado para los ídolos y ritos idolátricos), los que profesan y divinizan los falsos valores; <span style="font-style:italic;">impostores</span>, lit. "el que hace/comete falsedad". Sólo tienen lugar en ella los que se han negado a prestar adhesión a la injusticia, a los que Jesús reconoce por suyos (<span style="font-style:italic;">que tiene el Cordero</span>) (27).<br /><br /><span style="font-style:italic;">El ángel </span>(22,1): se suple el sujeto para evitar la ambigüedad. <span style="font-style:italic;">Río de agua viva,</span> cf. Zac 14,8; Ez 47,1-12, río que sale del templo y que hace el desierto fértil. En la nueva ciudad, el río es de agua via/vivificante, símbolo del Espíritu (Jn 7,38), y sale de Dios mismo y de Jesús; <span style="font-style:italic;">el trono</span>, singular, condición divina de Jesús, el Hombre-Dios; <span style="font-style:italic;">luciente/brillante como cristal,</span> se asocia al agua el tema de la luz (1). <span style="font-style:italic;">A mitad de la calle</span> (2): la vida definitiva se realiza en el contexto social (<span style="font-style:italic;">calle/plaza</span>) propio de la ciudad. <span style="font-style:italic;">El árbol de la vida</span> (cf. Ez 47,12; Gn 2,9; 3,22) se multiplica a los lados del río: abundancia de vida, fruto del Espíritu, incesante <span style="font-style:italic;">(doce cosechas); las hojas, medicinas,</span> cf. Ez 47,12; <span style="font-style:italic;">para las naciones,</span> que, integradas en la jueva Jerusalén, se mantienen en plena salud.<br /><br /><span style="font-style:italic;">Nada maldito</span>, o bien, "maldición alguna". <span style="font-style:italic;">En la ciudad, el trono</span>: el cielo (cf. 4,2) ha bajado a la tierra. Servicio de todos a Dios y al Cordero, considerados como uno (3). Intimidad (<span style="font-style:italic;">cara a cara</span>, cf. Sal 17,15; 42,3); <span style="font-style:italic;">su nombre </span>(de Dios y del Cordero) <span style="font-style:italic;">en la frente</span>, identificación con Dios y de todos entre sí (4). Ausencia de noche, cf. 21,25; <span style="font-style:italic;">reyes </span>(cf. Dn 7,18.27), corrige "siervos" (v.3), expresando la suprema dignidad y libertad de que gozan; <span style="font-style:italic;">por los siglos</span>, inmutabilidad de esta condición (3). Las visiones terminan con la mención de la luz de Dios y de la dignidad del hombre.Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2036488702101985980.post-28733958344342188152010-10-08T03:01:00.000-07:002010-10-08T03:29:25.007-07:00LA NUEVA JERUSALÉN. Ap 21,9-23.<span style="font-weight:bold;">9 Se acercó uno de los siete ángeles que tenían los siete cuencos llenos de las siete plagas últimas y me habló así: "Ven acá, voy a mostrarte a la novia, a la esposa del Cordero".<br />10 En visión profética me transportó a la cima de una montaña grande y alta y me mostró la ciudad santa, Jerusalén, que bajaba del cielo de junto a Dios.<br />11 radiante con la gloria de Dios. Brillaba como una piedra preciosísima parecida a jaspe claro como cristal.<br />12 Tenía una muralla grande y alta con doce <span style="font-style:italic;">puertas</span>; en las puertas doce ángeles y en cada una grabado<span style="font-style:italic;"> el nombre</span> de una <span style="font-style:italic;">de las tribus de Israel</span>; <br />13 <span style="font-style:italic;">tres puertas daban a oriente, tres puertas al norte, tres puertas al sur, tres puertas a occidente </span> (Ez 48,31-35). <br />14 La muralla tenía doce basamentos con doce nombres grabados: los nombres de los doce apóstoles del Cordero.<br />15 El que me hablaba tenía una vara de medir de oro, para medir la ciudad, las puertas y la muralla.<br />16 La planta de la ciudad es cuadrada igual de ancha que de larga. Midió la ciudad con la vara y resultaron cuatrocientas cincuenta y seis leguas; la longitud, la anchura y la altura son iguales.<br />17 Midió la muralla: ciento cuarenta y cuatro codos, medida humana que usaba el ángel.<br />18 La mampostería del muro era de jaspe y la ciudad de oro puro, parecido a vidrio claro.<br />19 Los basamentos de la muralla de la ciudad estaban incrustados de toda clase de piedras preciosas: el primero de jaspe, el segundo de zafiro, el tercero de calcedonia, el cuarto de esmeralda,<br />20 el quinto de ónix, el sexto de granate, el séptimo de crisólito, el octavo de aguamarina, el noveno de topacio, el décimo de ágata, el undécimo de jacinto, el duodécimo de amatista.<br />21 Las doce puertas eran doce perlas, cada puerta hecha de una sola perla. Las calles de la ciudad eran de oro puro, como vidrio transparente.<br />22 Templo no vi ninguno, su templo es el Señor Dios, soberano de todo, y el Cordero.<br />23 La ciudad no necesita sol ni luna que la alumbre, la gloria de Dios la ilumina y su lámpara es el Cordero.</span><br /><br />EXPLICACIÓN.<br /><br />Como en el caso de Babilonia, la gran prostituta (17,1), es uno de los ángeles ejecutores de las últimas plagas quien muestra la Esposa a Juan; este vínculo entre las dos escenas indica que la existencia de la nueva realidad exigía la desaparición de la antigua abominación (<span style="font-style:italic;">los siete cuencos</span>) (9).<br /><br />Visión de la nueva ciudad, en todo su esplendor (10-11). SU disposición no recuerda en nada la de la antigua Jerusalén. Juan se inspira en Ez 48,30-34. <span style="font-style:italic;">Doce puertas</span> con los nombres de las tribus de Israel, cf. Ez 48,30s. Está abierta a los cuatro puntos cardinales, a todos los pueblos, une toda la historia, el antiguo Israel en su dimensión escatológica (<span style="font-style:italic;">doce tribus</span>) y el nuevo Israel universal (<span style="font-style:italic;">doce apóstoles</span>).<span style="font-style:italic;"> Los doce ángeles</span> en las puertas son el anuncio de la presencia divina en el interior de la ciudad (12-14).<br /><br />Enorme tamaño de la ciudad: <span style="font-style:italic;">cuatrocientas cincuenta y seis leguas</span> de lado, algo más de dos mil doscientos kilómetros; lit. "doce mil estadios", número simbólico basado en el "doce" repetido antes, pero que, de hecho, representa mil veces más de lo que Ezequiel anunciaba para la Jerusalén reconstruida (48,16: "cuatro mil quinientos codos" de lado, dos mil doscientos cincuenta metros). Las dimensiones responden al incontable número de sus ciudadanos. <span style="font-style:italic;">La altura</span>, igual a la longitud y a la anchura, no puede constituir una ciudad cúbica, sino más bien en forma de pirámide; la muralla tiene unos 70 metros de alto (<span style="font-style:italic;">ciento cuarenta y cuatro codos</span>, doce por doce); <span style="font-style:italic;">medida humana</span> (dicho sólo de la muralla): que no sobrepasa nuestra capacidad de representación (15-17).<br /><br />Son notables las coincidencias entre la planta de esta ciudad y la de la antigua Babilonia; también ésta tenía forma cuadrangular, el Éufrates la atravesaba y la calle principal bordeaba el río (cf. 21,21; 22,1s). Su silueta estaba dominada por las torre o zigurat de 91 m. de alto, que le daba cierta apariencia piramidal. Parece como si la nueva ciudad asumiese en sí, rectificándolos y llevándolos a su máximo, todos los logros humanos.<br /><br />La muralla es transparente (<span style="font-style:italic;">jaspe</span>) y lo mismo la ciudad entera (<span style="font-style:italic;">oro parecido a vidrio</span>) (18). Juan se esfuerza por describir el esplendor de la ciudad con toda clase de imágenes de pedrería, cf. Is 52,11s; las doce diferentes clases de piedras que incrustan los basamentos de la muralla pueden estar inspiradas en las del pectoral del sumo sacerdote, donde cada piedra representaba una tribu, cf. Éx 28,15-21 (19-20). También el oro de las calles es transparente como vidrio (21). Nada impide la difusión de la luz que irradia de Dios. La insistencia en el oro como material de construcción de la ciudad simboliza la excelencia y suprema calidad de esta morada de Dios con los hombres.<br /><br />Juan parece haber esperado encontrar un templo, como en la visión de Ezequiel 40ss. Pero en esta ciudad son superfluos los símbolos, el contacto con Dios y Jesús es inmediato y continuo; toda claridad procede directamente de Dios (<span style="font-style:italic;">no necesita sol y luna</span>, cf. Is 24,23; 60,19s), que habita con los hombres, y de Jesús, muerto por los hombres y resucitado (<span style="font-style:italic;">el Cordero); la gloria de Dios la ilumina,</span> cf. Is 60,1; Ez 43,4s (22-23). En la tradición joanea, la luz es el resplandor de la vida (Jn 1,4), que, a su vez, se identifica con el amor: la ciudad está bañada por la vida de Dios y llenada por su amor, ambos presentes en Jesús.Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2036488702101985980.post-47764261616529791282010-10-08T02:16:00.001-07:002010-10-08T02:38:19.264-07:00NUEVO UNIVERSO Y NUEVA CIUDAD. Ap 21,1-8.<span style="font-weight:bold;">21 1 Vi entonces un cielo nuevo y una tierra nueva, porque el primer cielo y la primera tierra habían desaparecido y el mar ya no existía.<br />2 Y Vi bajar del cielo, de junto a Dios, a la ciudad santa, la nueva Jerusalén, ataviada como una novia que se adorna para su esposo.<br />3 Y oí una voz potente que decía desde el trono:<br /><br />- <span style="font-style:italic;">Ésta es la morada </span>de Dios con los hombres;<br /><span style="font-style:italic;">él habitará con ellos</span><br /><span style="font-style:italic;">y ellos serán su pueblo</span> (Ez 37,27).<br />Dios en persona estará con ellos<br />y será su Dios.<br />4 <span style="font-style:italic;">Él enjugará las lágrimas</span> de sus ojos,<br />ya no habrá más muerte ni luto<br />ni llanto ni dolor,<br />pues lo de antes ha pasado.<br /><br />5 Y el que estaba sentado en el trono dijo:<br />- Todo lo hago nuevo.<br />Y añadió:<br />- Escribe, que estas palabras son fidedignas y verídicas.<br />6 Y me dijo todavía:<br />- Ya son un hecho. Yo soy el Alfa y la Omega, el principio y el fin. Al sediento, yo le daré a beber de balde de la fuente de agua viva.<br />7 Quien salga vencedor heredará esto, porque <span style="font-style:italic;">yo seré su Dios y él será mi hijo</span>. <br />8 En cambio, a los cobardes, infieles, nefandos, asesinos, lujuriosos, hechiceros e idólatras ya todos los embusteros les tocará en suerte el lago de azufre ardiendo, que es la segunda muerte.</span><br /><br />EXPLICACIÓN.<br /><br />Visión del cielo y tierra nuevos, cf. Is 65,17. Nueva creación, definitiva, que no se opone a la antigua, pero que representa un salto cualitativo respecto a ella, en función de la nueva realidad del hombre y de su relación con Dios. No desaparece el mundo en la infinitud de Dios, se transforma en mundo de Dios, una vez eliminado todo lo que, debido a la alineación del hombre, le impedía ser transfigurado por el amor de Dios. El mar, concebido como el residuo del caos primitivo, no tiene lugar en el orden nuevo; cf. Is 51,9s (1).<br /><br />Nueva visión (2). Idealmente, Jerusalén debía haber sido la ciudad cuyo centro era Dios, presente en el templo, pero había sido infiel a esta vocación; no es ella la que es glorificada. Nueva Jerusalén, cf. Is 60,1-9; 65, 18s; Ez 48,35; el prototipo de la nueva sociedad, don de Dios a los hombres, en la nueva creación; <span style="font-style:italic;">ciudad santa</span>, santificada por la presencia divina.<span style="font-style:italic;"> Como una novia</span>: van a celebrarse las bodas del Cordero (19,7-9), símbolo de la relación de fidelidad y amor entre Jesús y la humanidad nueva.<br /><br />La voz de Dios o de Jesús (<span style="font-style:italic;">desde el trono)</span> (3-4): la ciudad misma es la morada de Dios (cf. Éx 29,45; Is 12,6; Ez 37,27; Zac 8,8), no necesitará un templo (cf. 21,22; Éx 25,8); ha terminado el misterio del santuario; la presencia de Dios no inspira temor; <span style="font-style:italic;">ellos serán su pueblo</span>, formado ahora por hombres de todas las naciones (cf. 5,9s) (3). Amor y ternura de Dios; consuelo definitivo, cf. Is 25,8; 35,10; 65,16-19. <span style="font-style:italic;">Lo de antes</span>, el doloroso proceso de la humanidad (4). <br /><br />Por primera vez en el libro se explicita que es Dios quien habla (5); pronuncia la palabra final, que cumple su designio. Juan debe comunicarlo a las comunidades (<span style="font-style:italic;">Escribe</span>; cf. 1,11, orden de un ángel; 1,19, de Jesús; 14,13, de una voz potente; 21,5, de Dios).<br /><br />La ciudad definitiva no es una imaginación, ciertamente existirá (<span style="font-style:italic;">Ya son un hecho,</span> cf. 16,17). Dios, al principio y al fin de la historia (<span style="font-style:italic;">el Alfa y el Omega</span>, cf. 1,8; 22,13, de Jesús). La plenitud de vida (<span style="font-style:italic;">agua viva/vivificante,</span> cf. Is 55,1-3; Jn 4,10.14; 7,17), don de Dios (<span style="font-style:italic;">de balde</span>), saciará toda aspiración humana (<span style="font-style:italic;">al sediento</span>) (6). <span style="font-style:italic;">Quien salga vencedor</span> (7), cf. 2,7.11.26; 3,5.12.21, a semejanza de la victoria de Jesús /5,5), la del amor que se opone a la injusticia y llega hasta dar la vida; como Jesús es el Hijo de Dios, todos los que venzan tras él (cf. 12,11; 15,2) serán también hijos (cf. 2 Sm. 7,14) y, por tanto, herederos (<span style="font-style:italic;">heredará</span>). Aviso a las comunidades: los que viven en la falsedad se excluyen de la ciudad y de la vida (8).Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2036488702101985980.post-32122276252044015852010-10-08T02:03:00.000-07:002010-10-08T02:16:09.802-07:00JUICIO UNIVERSAL Y DERROTA DE LA MUERTE. Ap 20,11-15.<span style="font-weight:bold;">11 Vi un trono magnífico y brillante y al que estaba sentado en él; huyeron de su presencia la tierra y el cielo y desaparecieron definitivamente.<br />12 Vi también a los muertos, grandes y pequeños, de pie ante el trono de Dios. Se abrieron unos libros y abrieron luego un libro aparte, el registro de los vivos. Juzgaron a los muertos por sus obras, según lo escrito en en los libros.<br />13 El mar entregó sus muertos, la muerte y el abismo entregaron sus muertos, y cada uno de ellos fue juzgado por sus obras.<br />14 A la muerte y al abismo los echaron al lago de fuego. El lago de fuego es la segunda muerte.<br />15 Y a todo el que no estaba escrito en el registro de los vivos lo arrojaron al lago de fuego.</span><br /><br />EXPLICACIÓN.<br /><br />El fin de la historia es presentado por Juan como el acto creador de un nuevo universo muy superior en calidad al antiguo. Es un momento al mismo tiempo último (fin de lo antiguo) y primero (inauguración de un mundo nuevo). Pero el estado definitivo de la humanidad no supone su entrada en el mundo divino, sino la presencia de Dios en el mundo humano.<br /><br /><span style="font-style:italic;">Trono</span> esplendente, sin localización precisa, de Dios, a quien tampoco aquí se nombra; no aparecen ancianos, vivientes ni ángeles (cf. 4,2s). Termina de modo repentino <span style="font-style:italic;">(huyeron)</span> el mundo presente <span style="font-style:italic;">(la tierra y el cielo) </span>(11).<br /><br />Juicio de todos los hombres sin excepción <span style="font-style:italic;">(grandes y pequeños)</span>: el éxito o fracaso de la vida depende de las opciones que cada uno ha hecho (<span style="font-style:italic;">por sus obras</span>; cf. 1 Re 8,39; Job 34,11; Sal 62,13; Jr 17,10; 32,19; Ez 18,30; 24,14; 33,20; Mt 25,31-46). Los que no figuran en el registro de los vivos (cf. 3,5), es decir, los que han optado por la injusticia adoptando los principios del poder opresor (cf. 13,8), no tienen lugar en el mundo definitivo (12). todo queda a la vista de Dios (<span style="font-style:italic;">el mar entregó</span>, etc.); responsabilidad personal (<span style="font-style:italic;">cada uno de ellos)</span> (13). <br /><br />Dos figuras que personifican la muerte física, <span style="font-style:italic;">la muerte</span> (cf. 1 Cor 15-26) <span style="font-style:italic;">y el abismo</span>, son arrojadas <span style="font-style:italic;">al lago de fuego</span>, que se hace así símbolo de la aniquilación (<span style="font-style:italic;">la segunda muerte</span>, más allá de la muerte física) (14-15).Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2036488702101985980.post-69514432346775227392010-10-07T03:23:00.000-07:002010-10-07T03:47:11.963-07:00DERROTA DEL DRAGÓN. Ap 20,1-10.<span style="font-weight:bold;">20 1 Vi entonces un ángel que bajaba del cielo llevando la llave del abismo y una cadena grande en la mano.<br />2 Agarró al dragón, la serpiente primordial, el diablo o Satanás, y lo encadenó para mil años.<br />3 Lo arrojó al abismo, echó la llave y puso un sello encima, para que no pueda extraviar a las naciones antes que se cumplan los mil años. Después tiene que estar suelo por un poco de tiempo.<br />4 Vi también tronos, donde se sentaron los encargados de pronunciar sentencia; vi también con vida a los decapitados por dar testimonio de Jesús y proclamar el mensaje de Dios, los que no habían rendido homenaje a la fiera ni a su estatua y no habían llevado su marca en la frente ni en la mano. Éstos tuvieron vida y fueron reyes con el Mesías mil años.<br />5 (El resto de los muertos no volvió a la vida hasta pasados los mil años.)<br />6 Ésta es la primera resurrección. Dichoso y santo aquel a quien le toca en suerte la primera resurrección, sobre ellos la segunda muerte no tiene poder: serán sacerdotes de Dios y del Mesías y serán reyes con él los mil años.<br />7 Pasados los mil años soltarán a Satanás de la prisión.<br />8 Saldrá él para engañar a las naciones de los cuatro lados de la tierra, a Gog y Magog, y reclutarlos par ala guerra, incontables como las arenas del mar.<br />9 Subieron a la llanura y cercaron el campamento de los consagrados y la ciudad predilecta, pero bajó fuego del cielo y los devoró.<br />10 Al diablo que los había engañado lo arrojaron al lago de fuego y azufre con la fiera y el falso profeta, y serán atormentados día y noche por los siglos de los siglos.</span><br /><br />EXPLICACIÓN.<br /><br /><span style="font-style:italic;">Un ángel</span> sin otras calificaciones (cf. 10,1; 18,1); <span style="font-style:italic;">la llave del abismo</span>, cf. 9,1. Juan adapta el mito de la prisión de las fuerzas del caos; la nueva sociedad no será perturbada por el tentador, por los principios y las seducciones que falseaban la vida del hombre, y se abrirá una posibilidad a la humanidad entera (<span style="font-style:italic;">las naciones</span>). A los tres años y medio de http://www.blogger.com/img/blank.gifpersecución (11,2s; 12,6) se oponen los <span style="font-style:italic;">mil años</span> de paz, una vez desterrado el poder opresor. El número <span style="font-style:italic;">mil </span>se aplica a las realidades históricas para subrayar que en ellas se ejerce la acción del Mesías. Algunos opinan que Juan se inspira en la concepción judía según la cual a cada día de la creación habrían de corresponder mil años de historia; estos "mil años" serían el descanso final, el sábado de la historia humana; sin embargo, la anunciada libertad del dragón <span style="font-style:italic;">por un poco de tiempo parece oponerse a esta idea </span>(1-3). <br /><br />El juicio (4), con jueces anónimos y en número imprecisado, se celebra solamente para rehabilitar a los que habían sufrido la muerte, por no ceder a la presión y amenazas del poder injusto (13,14-16; 14,9.1; 15,2; 16,2; 19,20); no hay sentencia condenatoria; <span style="font-style:italic;">con vida</span> aun antes de la resurrección, cf. 6,9. La primera resurrección cumple en los mártires las promesas expresadas al princpio del libro (1,6; 5,10: <span style="font-style:italic;">sacerdotes y reyes</span>) en favor de todos los cristianos. Juan no utiliza el verbo "resucitar", sino "vivir" (<span style="font-style:italic;">tuvieron vida</span>). <br /><br />El período de los mil años puede así considerarse como la posiblidad histórica de una sociedad humana nueva, que ha tenido su origen en el mensaje de Jesús. En ella, no terrenalmente, sino desde su condición de resucitado, reina éste como Mesías (reino mesiánico), es decir, despliega la actividad de su Espíritu, pero asocia a ese reinado suyo a los mártires, que participan de la condición de resucitados; éstos, además, son los intercesores privilegiados que actúan en favor de esa sociedad (<span style="font-style:italic;">sacerdotes)</span>. La primera resurrección (6) no es, por tanto, la mera rehabilitación de la memoria de los mártires, viendo en ellos un modelo de seguimiento de Jesús, sino su presencia activa con él desde la esfera divina en la nueva sociedad humana.<br /><br />El hecho de que sólo se mencionen los mártires (concretamente, <span style="font-style:italic;">los decapitados)</span> como asociados al reinado del Mesías aboga en favor de esta interpretación. De lo contrario, habría que preguntarse cuál es la suerte de los cristianos que se han mantenido fieles, aunque sin llegar al martirio, y a los que se había prometido el mismo privilegio.<br /><br /><span style="font-style:italic;">El resto de los muertos </span>no tiene aún la clase de de vida propia de los mártires (5).<br /><br />Los que han obtenido la primera resurrección son los que han superado la muerte física; ya no hay amenaza de muerte para ellos; esto explica su papel en la sociedad nueva (6).<br /><br />Esta sociedad se verá amenazada una vez más por las fuerzas destructoras, que harán su campaña de engaño, proponiendo de nuevo los falsos valores que parecían desterrados. <span style="font-style:italic;">Gog y Magog</span>, en Ez 38-39, rey mítico y su reino, enemigos del pueblo de Dios; en este pasaje, dos reyes, expresión mítica de los enemigos del plan de Dios (7-8).<br /><br />Último intento de suprimir a la humanidad liberada, la <span style="font-style:italic;">ciudad predilecta</span> de Dios, anulado por Dios mismo (<span style="font-style:italic;">fuego del cielo</span>, cf. Ez 38,22; Zac 12,9; 2 Re 1,10.12, etc.). Derrota definitiva del poder (<span style="font-style:italic;">lago de fuego</span>); la expresión <span style="font-style:italic;">por los siglos</span>, más que una duración ilimitada significa el carácter irrevocable e inmutable de la sentencia dada (9-10).Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2036488702101985980.post-57460170039126226622010-10-06T03:16:00.000-07:002010-10-06T03:33:52.021-07:00RUINA DE LA FIERA. Ap 19,11-21.<span style="font-weight:bold;">11 Vi el cielo abierto y apareció un caballo blanco; su jinete se llama el fiel y el leal, porque lleva razón en el juicio y en la guerra.<br />12 Sus ojos llameaban, ceñían su cabeza mil diademas y llevaba grabado un nombre que sólo él conoce.<br />13 Iba envuelto en una capa tinta en sangre y lo llamaban Palabra de Dios.<br />14 Lo seguían las tropas del cielo en caballos blancos, vestidos de lino blanco puro.<br />15 De su boca salía una espada aguda, para herir con ella a las naciones, pues él <span style="font-style:italic;">va a regirlas con cetro de hierro</span> (Sal 2,9) y a pisar el lagar del vino de la furiosa cólera de Dios, soberano de todo.<br />16 En la capa y en el muslo llevaba escrito un título: "Rey de reyes y Señor de señores".<br />17 Vi entonces un ángel de pie en el sol, que dio un grito estentóreo, diciendo a todas las aves que vuelan por mitad del cielo: "Venid acá, reuníos para el gran banquete de Dios,<br />18 comeréis carne de reyes, carne de generales, carne de valientes, carne de caballos y de jinetes, carne de hombres de toda clase, libres y esclavos, pequeños y grandes".<br />19 Vi a la fiera y a los reyes de la tierra con sus tropas reunidos para hacer la guerra contra el jinete del caballo y su ejército.<br />20 Capturaron a la fiera y con ella al falso profeta que efectuaba señales a su vista, extraviando con ellas a los que llevaban la marca de la fiera y veneraban su estatua.<br />21 A los dos los echaron vivos en el lago de azufre ardiendo. A los demás los mató el jinete con la espada que sale de su boca, y las aves todas se hartaron de su carne.</span><br /><br />EXPLICACIÓN.<br /><br />Nueva visión (11). Se ve el caballo blanco, propio del vencedor; la figura del jinete se irá delineando gradualmente, aunque desafía toda prescripción. Se representa un desfile: el general en cabeza, seguido por sus tropas. Se proclama el triunfo ya antes de la batalla.,<br /><br />E<span style="font-style:italic;">l fiel y el leal</span>, cf. 3,14; <span style="font-style:italic;">sus ojos llameaban</span>, cf. 1,12; 2,18; <span style="font-style:italic;">mil diabdemas</span>, las insignias de los reyes de la tierra, destronados por él (12). Su nombre puede leerse, pero no se comprende (<span style="font-style:italic;">nadie lo conoce</span>): calidad única de su persona. <span style="font-style:italic;">Capa tinta en sangre </span>(cf. Is 63,1-3), su victoria se debe a su pasión y muerte; <span style="font-style:italic;">Palabra de Dios</span>, el proyecto divino, el mandamiento divino, el mensaje, se realizan en Jesús. Sus tropas, sin armas, en traje de triunfo (cf. 7,14) (14). Su arma, la palabra (cf. 2,12.16; 19,21; Is 11,4), que hiende toda mentira, desenmascara toda hipocresía y humilla toda arrogancia; esta victoria reinterpreta los términos de Sal 2,9 (15). Título, cf. 17,14.<br /><br />Fracaso total y aniquilación de los adversarios, descritos en los términos usados por Ez 39,17-20 para la batalla mítica contra Gog. La crudeza de las expresiones muestra claramente tratarse de un lenguaje simbólico (17-18).<br /><br />La coalición, preparada para la batalla final; se vuelve a la escena de 16,16. La victoria sin esfuerzo indica la maduración de la humanidad; las dos figuras simbólicas, el poder opresor (<span style="font-style:italic;">la fiera</span>) y su propagandista (<span style="font-style:italic;">el falso profeta</span>) encuentran su fin (<span style="font-style:italic;">el lago de azufre ardiendo</span>, cf. 20,20.15; Is 30,22). Los que se han identificado con el poder y su injusticia no sobreviven (19-21). El único que combate es Jesús y su única arma es su palabra: su mensaje, presente en el mundo, acabará por derrotar el mal.Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2036488702101985980.post-39945555501303288052010-10-06T02:33:00.000-07:002012-10-24T10:04:48.749-07:00ALEGRÍA EN EL CIELO. Ap 19,1-10.<span style="font-weight:bold;">19 1 Oí después en el cielo algo que recordaba el vocerío de una gran muchedumbre; cantaban:<br /><br />- Aleluya.<br />¡ La victoria, la gloria y el poder<br />pertenecen a nuestro Dios,<br />2 porque sus sentencias son legítimas y justas!<br />Él ha condenado a la gran prostituta<br />que corrompía la tierra con su fornicación<br />y le ha pedido cuenta de la sangre de sus<br />siervos.<br /><br />3 Y repitieron:<br /><br />- Aleluya.<br />El humo de su incendio<br />sube por los siglos de los siglos.<br /><br />4 Se postraron los veinticuatro ancianos y los cuatro vivientes rindiendo homenaje a Dios, que está sentado en el trono, y diciendo:<br /><br />- Amén. Aleluya.<br /><br />5 Y del trono salió una voz que decía:<br /><br />-¡Alabad a nuestro Dios todos sus siervos<br />todos sus fieles,<br />pequeños y grandes!<br /><br />6 Y oí algo que recordaba el rumor de una gran muchedumbre, el estruendo del océano y el retumbar de fuertes truenos; decían:<br /><br />- Aleluya.<br />¡Ha empezado a reinar<br />el Señor nuestro Dios,<br />soberano de todo!<br />7 Hagamos fiesta, saltemos de gozo<br />y démosle a él la gloria, <br />porque han llegado las bodas del Cordero.<br />La esposa se ha ataviado,<br />8 le han regalado un vestido<br />de lino puro, esplendente.<br /><br />(Y el lino representa <br />las buenas obras de los consagrados).</span><br /><br />
9 Entonces me dijo: "Escribe: Dichosos los invitados al banquete de bodas del Cordero". Y añadió: "Estas palabras verídicas son de Dios".
10Caí a sus pies para rendirle homenaje, pero él me dijo: "No, cuidado, soy tu compañero de servicio, tuyo y de esos hermanos tuyos que mantienen el testimonio de Jesús; rinde homenaje a Dios". Es que dar testimonio de Jesús equivale a la inspiración profética.EXPLICACIÓN.<br /><br />Aclamaciones a Dios por su acción; son los últimos coros del libro. El Dios justo no ha tolerado la injusticia y ha rehabilitado a los suyos, injustamente perseguidos y condenados (1-2). De toda la gloria y opulencia anterior no queda más que el humo de la ruina definitiva (3). Último homenaje de los ancianos y los vivientes, que muestran su acuerdo <span style="font-style:italic;">(Amén)</span> y alaban a Dios por lo sucedido (<span style="font-style:italic;">aleluya</span>) (4). Exhortación a la comunidad, para que se una a la alabanza; <span style="font-style:italic;">pequeños y grandes</span>, cf. 11,18; Sal 115,13 (5). La muchedumbre celeste (6; cf. 14,2) celebra la inauguración del reinado de Dios (11,17), es decir, la instauración de la nueva sociedad humana, motivo de gozo inerarrable, descrita en los términos proféticos de la relación esposo-esposa (Os 2,16.19.21; Jr 2,2; 3,1-4; 50,1; 60,10; Ez 16,7s; Sal 45, etc.). La boda, el vínculo de amor y fidelidad con la humanidad rescatada; el vestido de la esposa, regalo del esposo, como el de los siete ángeles de 15,6 (8). El simbolismo nupcial se encontrará con frecuencia en el resto del libro. La frase final (<span style="font-style:italic;">Y el lino representa, </span>etc.) parece una glosa posterior añadida al texto.<br /><br />El ángel dice a Juan que escriba, para consuelo y ánimo de los cristianos, notificándole el origen divino de sus palabras (9). La eucaristía de las comunidades (cf. 3,20), que expresaba su compromiso por el Reino, era anticipo del banquete definitivo de la humanidad liberada. Se les asegura que su empeño y su esperanza no son vanos.<br /><br />No hay que apreciar más el carisma profético que el testimonio de la vida. No hay distinción real. El ángel mismo, portador de palabras divinas, no es superior a Juan (profeta) ni a los cristianos que viven su adhesión a Jesús. Los cristianos profetas en la acción (10).Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2036488702101985980.post-12702622438007954902010-10-06T00:52:00.000-07:002010-10-06T02:32:56.439-07:00SE ANUNCIA LA CAÍDA DE BABILONIA. Ap 18,1-24.<span style="font-weight:bold;">18 1 Vi después otro ángel que bajaba del cielo; venía con gran autoridad y su resplandor iluminó la tierra.<br />2 Gritó a pleno pulmón:<br /><br />-¡Cayó, cayó la gran Babilonia!<br />Se ha convertido en morada de demonios,<br />en guarida de todo espíritu impuro,<br />en guarida de todo pájaro inmundo y <br />repugnante;<br />3 porque el vino del furor de su fornicación<br />lo han bebido todas las naciones,<br />los reyes de la tierra fornicaron con ella<br />y los comerciantes se hicieron ricos<br />con su lujo desaforado.<br /><br />4 Y oí otra voz del cielo que decía:<br /><br />- Pueblo mío, sal de ella<br />para no haceros cómplices de sus pecados<br />ni víctimas de sus plagas;<br />5 porque sus pecados han llegado hasta el cielo<br />y Dios se ha acordado e sus crímenes.<br />6 Pagadle con su misma moneda,<br />devolvedle el doble de lo que ha hecho,<br />mezcladle en la copa,<br />el doble de lo que ella se mezcló.<br />7 En proporción a su fasto y a su lujo<br />dadle tormento y duelo.<br />Ella solía decirse:<br />"Sentada estoy como una reina,<br />viuda no soy y duelo nunca veré";<br />8 por eso el mismo día le llegarán todas sus plagas,<br />epidemia, duelo y hambre,<br />y el fuego la abrasará,<br />porque es fuerte el Señor Dios que la juzga.<br /><br />LAMENTACIÓN POR BABILONIA.<br /><br />9 Llorarán y plañirán por ella los reyes de la tierra que con ella fornicaron y se dieron al lujo, cuando vean el humo de su incendio;<br />10 manteniéndose a distancia por miedo de su tormento, dirán:<br /><br />-¡Ay, ay de la gran ciudad,<br />de Babilonia la ciudad poderosa!<br />¡Que haya bastado una hora para que llegue tu castigo!<br /><br />11 También los comerciantes de la tierra llorarán y plañirán por ella, porque su cargamento ya no lo compra nadie;<br />12 el cargamento de oro y plata, pedrería y perlas; de lino, púrpura, seda y escarlata, toda la madera de sándalo, los objetos de marfil y de maderas preciosas, de bronce, hierro y mármol;<br />13 la canela, el clavo y las especias, perfumes e incienso, vino y aceite, flor de harina y trigo, ganado mayor y menor, caballos, carros, esclavos y siervos.<br /><br />14 - La fruta de otoño que excitaba tu apetito<br />se alejó de ti,<br />toda opulencia y esplendor<br />se acabó para ti,<br />y nunca volverán.<br /><br />15 Los que comerciaban en estos géneros y se hicieron ricos a costa de ella se detendrán a distancia por miedo de su tormento,<br />16 llorando y lamentándose así:<br /><br />-¡ Ay, ay de la gran ciudad!<br />La que se vestía de lino,<br />púrpura y escarlata<br />y se enjoyaba con oro,<br />pedrería y perlas.<br />17 ¡Que haya bastado una hora<br />para asolar tanta riqueza!<br /><br />También los pilotos, los que navegan de puerto en puerto, los marineros y cuantos viven del mar se detuvieron a distancia<br />18 y gritaban al ver el humo de su incendio: "¿Quién podía compararse con la gran ciudad?" <br />19 Se echaron polvo en la cabeza y gritaban llorando y lamentándose:<br /><br />-¡Ay, ay de la gran ciudad<br />donde se hicieron ricos todos los armadores<br />por lo elevado de sus precios!<br />¡Que haya bastado una hora para asolarla!<br />20 ¡Regocíjate, cielo, por lo que le pasa,<br />y también vosotros, los consagrados,<br />los apóstoles y los profetas!<br />Porque, condenándola a ella,<br />Dios ha reivindicado vuestra causa.<br /><br />UN ÁNGEL REPRESENTA LA CAÍDA DE BABILONIA.<br /><br />21 Un ángel vigoroso levantó en vilo una piedra del tamaño de una rueda de molino y la tiró al mar diciendo:<br /><br />-Así, de golpe,<br />precipitarán a Babilonia, la gran ciudad,<br />y desaparecerá.<br />22 El son de cítaras y músicos,<br />de flautas y trompetas<br />no se oirá más en ti,<br />ni artífices de ningún arte<br />habrá más en ti,<br />ni murmullo de molino<br />se oirá más en ti,<br />23 ni luz de lámpara<br />brillará más en ti,<br />ni voz de novio y novia<br />se oirá más en ti,<br />porque tus comerciantes eran los magnates de la tierra<br />y con tus brujerías embaucaste<br />a todas las naciones.<br />24 Y en ella se encontró sangre de profetas<br />y consagrados<br />y de todos los asesinados en la tierra.</span><br /><br />EXPLICACIÓN.<br /><br />1-24. Proclamación celeste de la ruina del imperio por boca de un mensajero excepcional (<span style="font-style:italic;">gran autoridad</span>); la presencia del ángel ilumina la tierra: alegría y esperanza (1).<br /><br />Se compara la caída de Roma a la de la antigua Babilonia; <span style="font-style:italic;">Cayó</span>, cf. 14,8; Is 21,9; Jr 51,8; <span style="font-style:italic;">morada de demonios</span>, etc.. cf. Is 13,20s; 34,11; jr 50,39; Bar 4,35 (2). <span style="font-style:italic;">El vino</span>, etc., 14,8; 17,2; Is 23,17; Jr 51,7.<br /><br />Desde el cielo, aviso a los fieles; la voz pertenece a Dios o a Jesús <span style="font-style:italic;">(Pueblo mío). Sal de ella,</span> cf. Is 48,20; 52,11; Jr 51, 6.45 (4). <span style="font-style:italic;">Sus pecados</span>, cf. Jr 51,9; Jon 1,2 (5).<br /><br />Orden celeste: <span style="font-style:italic;">el doble</span> (6), cf. Is 40,2 (6). El castigo que nunca previó, cf. Is 47,7-9; <span style="font-style:italic;">sentada estoy</span>, seguridad; <span style="font-style:italic;">no soy viuda </span>desamparada, tiene aliados que le ayudarán en caso de peligro; <span style="font-style:italic;">duelo,</span> confianza en su situación (7). Atroz desengaño (8).<br /><br />9-20. En la tierra, tres coros entonan sus lamentaciones, todos manteniéndose a distancia (vv. 10,15.17b), para que no los envuelva el desastre: los reyes aliados no salen de su asombro al ver aquella ruina subitánea (<span style="font-style:italic;">que haya bastado una hora</span>), y prevén la suya propia (9-10).<br /><br />Los exportadores de objetos de lujo (predominantes con mucho en la lista) y alimentación, y de mercancía humana (desprecio del hombre), que pierden su gran cliente (11-13), comprenden que la ruina de ese mundo refinado e insaciable (<span style="font-style:italic;">la fruta,</span> etc.) es definitiva (14) y se lamentan a distancia, asombrados del cambio repentino de opulencia a desolación (15-17a).<br /><br />Los navegantes, que aseguraban el comercio, añoran la grandeza de la admirada metrópolis (<span style="font-style:italic;">¿Quién podía compararse ...?</span>); su desconsuelo es máximo (<span style="font-style:italic;">lloraban</span>) al ver evaporarse sus ganancias (17b-19).<br /><br />Exhortación a la alegría común de los habitantes del cielo (cf. 12,12, de la caída del dragón; Sal 96,11; IS 44,23; 49,13) y de la comunidad cristiana (los dos aspectos de la iglesia), especificada en los dos carismas principales (<span style="font-style:italic;">los apóstoles y los profetas</span>), por haber sido eliminado el foco de infección mundial. Reivindicación en la historia, respuesta a 6,9 (20).<br /><br />21-24. Acción simbólica (cf. Jr 51,63; Mt 18,6) de un ángel, explicada por él mismo (21-24). La ruina destruye la vida doméstica de la gente sencilla, la fiesta, el trabajo, el cariño: <span style="font-style:italic;">el son de cítaras</span>, etc., cf. Is 24,8; Ez 26,13 (22); <span style="font-style:italic;">ni voz de novio y novia</span>, etc., Jr 7,34; 16,9; 25,10 (23a). Pero el imperio, con su comercio, dominaba al mundo, engañando con sus malas artes (23b); su poder criminal se ejercía no sólo con los cristianos, sino con la humanidad entera, cf. 6,10; 17,6; 19,2; Jr 51,49; Ez 24,7 (24).Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2036488702101985980.post-58458372654842239602010-10-05T05:04:00.000-07:002010-10-05T05:36:50.393-07:00LA PROSTITUTA Y LA FIERA. Ap 17,1-18.<span style="font-weight:bold;">17 1 Se acercó uno de los siete ángeles que tenían los siete cuencos y me habló así: "Ven acá, voy a mostrarte la sentencia de la gran prostituta que está sentada al borde del océano,<br />2 con la que han fornicado los reyes de la tierra, la que ha emborrachado a los habitantes de la tierra con el vino de su prostitución".<br />3 En visión profética me llevó a un desierto. Vi allí una mujer montada en una fiera escarlata, cubierta de títulos blasfemos, que tenía siete cabezas y diez cuernos.<br />4 La mujer iba vestida de púrpura y escarlata y enjoyada con oro, pedrería y perlas. Tenía en la mano una copa de oro llena hasta el borde de abominaciones y de las inmundicias de su fornicación;<br />5 en la frente llevaba escrito un nombre enigmático: "La gran Babilonia, madre de las prostitutas y de las abominaciones de la tierra".<br />6 Vi que la mujer estaba borracha de la sangre de los consagrados y de la sangre de los testigos de Jesús.<br />7 Al verla me quedé boquiabierto. El ángel me dijo: "¿Por qué razón te admiras? Yo te explicaré el simbolismo de la mujer y de la fiera que la lleva, la de las siete cabezas y los diez cuernos.<br />8 La fiera que viste estuvo ahí; ahora no está, pero va a salir del abismo para ir a su ruina. Los habitantes de la tierra cuyo nombre no está escrito desde la creación del mundo en el registro de los vivos se sorprenderán al ver que la fiera que estaba ahí y ahora no está se presenta de nuevo.<br />9 ¡Aquí de la inteligencia, el que tenga talento! Las siete cabezas son siete colinas donde está asentada la mujer, y siete reyes; <br />10 cinco cayeron, uno está ahí, otro no ha llegado todavía y cuando llegue durará poco tiempo.<br />11 La fiera que estaba ahí y ahora no está es el octavo y al mismo tiempo uno de lo siete, y va a su ruina.<br />12 Los diez mandamientos que viste son también diez reyes que aún no han comenzado a reinar, pero que recibirán autoridad por breve tiempo asociados a la fiera.<br />13 Éstos, de común acuerdo, cederán sus fuerzas y su autoridad a la fiera.<br />14 Combatirán contra el Cordero, pero el Cordero los vencerá porque es Señor de señores y Rey de reyes, y los llamados a acompañarlo son escogidos y fieles".<br />15 Y añadió: "El océano donde viste sentada a la prostituta, son pueblos y masas, naciones y lenguas.<br />16 Pero los diez cuernos que viste y la fiera van a tomar odio a la prostituta y a dejarla asolada y desnuda; se comerán su carne y la destruirán con fuego.<br />17 Dios les ha metido en la cabeza que ejecuten su designio; por eso, llegando a un acuerdo, cederán su realeza a la fiera hasta que se cumpla lo que Dios ha dicho.<br />18 Por último, la mujer que viste en la gran ciudad, emperatriz de los reyes de la tierra".</span><br /><br />EXPLICACIÓN.<br /><br />La ruina del poder la ve Juan encarnada en la del Imperio romano. Empieza la descripción profética de la caída del Imperio (17,1-19,10). Aunque la caída de Babilonia ha sido ya anunciada (14,8; 16,9), un ángel tiene que explicársela a Juan (1): lo que va a ocurrir sobrepasa lo que el profeta podía imaginar.<br /><br /><span style="font-style:italic;">La gran prostituta</span>, la ciudad del comercio y del fraude, que propone la riqueza y el lujo como ideal de vida (cf. Is 1,21, Jerusalén; 23,8-18, Tiro; Nah 3,1-7, Nínive); la imagen de la gran prostituta significa en lenguaje profético la absoluta infidelidad a Dios, la profesión de valores diametralmente o puestos a los del designio divino. La figura se opone a las de la mujer-madre (cap 12) y de la Esposa (cf. 22,17), que representan a la nueva humanidad. Es notable la amplitud con que trata Juan la condena y ruina de Babilonia/Roma. Evidentemente, para los lectores de su tiempo era un tema de interés primario. Teniendo en cuenta, sin embargo, que Babilonia/Roma es el tipo de los imperios opresores a lo largo de la historia, estos capítulos conservan su actualidad.<br /><br />La injusticia y corrupción encarnadas en el sistema romano han contagiado al mundo entero, tanto a los poderosos como al pueblo (2).<br /><br /><span style="font-style:italic;">Un desierto </span>(3), en este caso, signo de la desolación que crea a su alrededor el poder del imperio. <span style="font-style:italic;">Una fiera</span>, el Imperio romano (cf. 13,1-8), del que Roma es capital; <span style="font-style:italic;">escarlata</span>, el color del manto de los "triunfadores" romanos. <span style="font-style:italic;">Títulos blasfemos, siete cabezas y diez cuernos</span>, cf. 13,1. <br /><br />La capital ostenta su opulencia (4). Ofrece la copa de oro (precioso y tentador), para contaminar con su porquería (Jr 51,7, de Babilonia) (4b). Las prostitutas romanas llevaban en la frente una cinta con su nombre; <span style="font-style:italic;">La gran Babilonia</span>, ciudad que, aun mucho después de la caída de su imperio, seguía siendo el prototipo de ciudad imperial. Ella es responsable de la corrupción del mundo entero (5) y ha asesinado a los que se le resistían (6a).<br /><br />El esplendor del imperio deslumbra al profeta, como a tantos otros (6b). El ángel se lo reprocha; él va a mostrarle lo que ese esplendor oculta (7).<br /><br /><span style="font-style:italic;">Estuvo, no está</span>, al contrario que Dios, "el que es y que era y que viene" (1,4.8). Como el monstruo del caos, sojuzgado por un tiempo, reaparecerá la Fiera/el imperio , pero para su ruina definitiva (cf. 19,20). Motivo de asombro para sus secuaces, no para los cristianos, que conocen el sentido de los acontecimientos; <span style="font-style:italic;">el registro de los vivos</span>, cf. 3,5 (8).<br /><br />Doble simbolismo de los cuernos: <span style="font-style:italic;">siete colinas</span>, alusión transparente a Roma; <span style="font-style:italic;">siete reyes/emperadores</span>, número que indica una totalidad finita, que en este caso, no está lejos de su fin (9); el octavo, uno de los siete, posible alusión a la leyenda sobre la vuelta de Nerón ("Nero redivivus"), encarnación de la crueldad (10-11). Interpretación global de los <span style="font-style:italic;">diez cuernos</span> (cf. Dn 7,24) como reyes vasallos; mientras dura el imperio, son aliados incondicionales de Roma y siguen su política (cf. 16,14.16) (12-13). La coalición, derrotada por el Cordero (cf. 19,19-21) y por la fidelidad de los suyos (14). <span style="font-style:italic;">Rey de reyes</span>, etc.: cf. 19,16; Dt 10,17; Sal 136,3; Dn 2,47.<br /><br /><span style="font-style:italic;">El océano</span>, lit. "las muchas aguas" (cf. Jr 51,13, lit. "las muchas aguas", de Babilonia): universalidad de su dominio (<span style="font-style:italic;">sentada</span>) cf. 13,3.8) (15). El dominio suscita el odio; fragilidad del acuerdo anterior; sublevación de los reinos de Oriente contra la tiranía del imperio; saqueo y destrucción de la ciudad (cf. Os 2,3, castigo de la adúltera) (16). Según Juan, el sometimiento de esos reinos durará solo lo necesario para que se cumpla el designio divino (17). Nueva identificación de la prostituta (<span style="font-style:italic;">emperatriz</span>), que contrasta con su ruina (19).Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2036488702101985980.post-19517975081768173952010-10-05T04:57:00.000-07:002010-10-05T05:04:22.877-07:00QUINTA SECCIÓN: EL SÉPTIMO CUENCO. EL DESENLACE. Ap 16,17-21.<span style="font-weight:bold;">17 El séptimo derramó su cuenco en el aire y del interior del santuario salió una voz potente que venía del trono y decía: "Es un hecho".<br />18 Se produjeron relámpagos, estampidos y truenos y un terremoto tan violento que desde que hay hombres en la tierra no se ha producido terremoto de tal magnitud.<br />19 La gran ciudad se hizo tres pedazos y las capitales de las naciones se derrumbaron.<br />Recordaron a Dios que hiciera beber a la gran Babilonia la copa de su vino, el furor de su cólera.<br />20 Granizos como adoquines cayeron del cielo sobre los hombres, y los hombres maldijeron a Dios por el daño del granizo, pues el daño que hacía era terrible.</span><br /><br />EXPLICACIÓN.<br /><br />Séptimo cuenco: Llega el final, anunciado por la voz de Dios mismo (<span style="font-style:italic;">Es un hecho</span>) (17).<br /><br />Gran intervención divina, que desplaza la capital del imperio; ésta arrastra en su ruina a todos sus satélites y cómplices (18-19a). Temblor de tierra sin precedentes en la historia: derrumbe de las últimas seguridades humanas.<br /><br />Deseo de reivindicación (19b). Cambio de la geografía del mundo (20). <span style="font-style:italic;">Como adoquines</span>, lit. "como talentos", medida de peso entre 25 y 36 kilos; en otros casos, hasta 60. Obstinación (21).Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2036488702101985980.post-81769599992478458972010-10-05T02:22:00.000-07:002010-10-05T02:44:38.387-07:00LOS SEIS PRIMEROS CUENCOS. Ap 16,2-16.<span style="font-weight:bold;">2 Se alejó el primero, derramó su cuenco en la tierra y apareció una llaga maligna y enconada en los hombres que llevaban la marca de la fiera y veneraban su imagen.<br />3 El segundo derramó su cuenco en el mar y el mar se convirtió en sangre de muerto; todo animal marino murió.<br />4 El tercero derramó su cuenco en los ríos y manantiales y se convirtieron en sangre.<br />5 Oí que el ángel de las aguas decía:<br /><br />- Tú, el que eras y que eres, el santo,<br />tienes razón en dar esta sentencia;<br />6 a los que derramaron sangre <br />de consagrados y profetas<br />les diste a beber sangre.<br />Se lo merecen.<br /><br />7 Y oí que el altar decía:<br /><br />- Así es, Señor Dios, soberano de todo,<br />tus sentencias son legítimas y justas.<br /><br />8 El cuarto derramó su cuenco en el sol e hizo que quemara a los hombres con su ardor;<br />9 los hombres sufrieron quemaduras por el enorme calor y maldecían el nombre de Dios que dispone de tales plagas; en vez de arrepentirse y darle la razón.<br />10 El quinto derramó su cuenco sobre el trono de la fiera y su reino quedó en tiniebla; los hombres se mordían la lengua de dolor<br />11 y maldecían al Dios del cielo por los dolores y las llagas, pero no enmendaron su conducta.<br />12 El sexto derramó su cuenco sobre el gran río, el Éufrates, y se quedó seco, dejando preparado el camino a los reyes que vienen del Oriente.<br />13 De la boca del dragón, de la boca de la fiera y de la boca del falso profeta vi salir tres espíritus inmundos en forma de ranas.<br />14 Los espíritus eran demonios con poder de efectuar señales y se dirigían a los reyes de la tierra entera con el fin de reunirlos para la batalla del gran día de Dios, soberano de todo.<br />15 (Mirad, voy a llegar como un ladrón. Dichoso el que está en vela con la ropa puesta, así no tendrá que pasear desnudo dejando ver sus vergüenzas).<br />16 Y los reunieron en el lugar llamado en hebreo Harmagedón.</span><br /><br />EXPLICACIÓN.<br /><br />Primer cuenco (2): La sumisión al poder (<span style="font-style:italic;">marca</span>) divinizado y opresor y la identificación con él (<span style="font-style:italic;">estatua</span>), buscando la seguridad, corrompe y desintegra a los hombres (cf. Éx 9,10).<br /><br />Segundo cuenco (3): <span style="font-style:italic;">El mar</span>, fuente de riqueza y alimento (<span style="font-style:italic;">peces)</span>, se convierte en elemento de muerte; <span style="font-style:italic;">sangre de muerto</span>; la naturaleza les muestra una imagen de sus crímenes.<br /><br />Tercer cuenco (4): El agua dulce, necesaria para la vida, se convierte en sangre, como en Egipto (Éx 7,19-24; Sal 78,44); otro recuerdo de los asesinatos cometidos.<br /><br />Los tres primeros cuencos muestran que la acción divina se hace manifiesta en los efectos de la opresión y la injusticia sobre el hombre y sobre la naturaleza a escala universal. El hombre sufre el dolor y la descomposición; el mundo se hace inhabitable.<br /><br />Aprobación <span style="font-style:italic;">del ángel de las aguas </span>(5-6); se atribuye a Dios lo que es efecto de la maldad humana <span style="font-style:italic;">(les diste a beber). El altar</span> (7), que conoce la sangre de los mártires (6,9), muestra su acuerdo.<br /><br />Cuarto cuenco (8-9): Siguen los efectos sobre la naturaleza; el sol, fuente de vida, se convierte en tormento para los hombres, como todos los beneficios divinos despreciados. Los hombres no reconocen su sinrazón ni rectifican; evaden su responsabilidad echando la culpa a Dios.<br /><br />Quinto cuenco (10-11): Ataque al cuartel general del sistema opresor (<span style="font-style:italic;">el trono de la fiera</span>). Dios hace todo lo posible para que los hombres reconozcan la vaciedad de sus ídolos: el antiguo esplendor es ahora confusión y perplejidad (<span style="font-style:italic;">tinieblas</span>, cf. Éx 10,21); el régimen antes glorioso no puede ayudar a los suyos, pero éstos no se retractan: cuanto más evidente es su error, más acusan a Dios de injusticia.<br /><br />Sexto cuenco (12): Se prepara la ruina del imperio, el camino queda abierto a la invasión (cf. 9,13-16).<br /><br />Último recurso (13-14): La personificación del poder como fuerza maléfica (<span style="font-style:italic;">el dragón</span>), su agente el poder político (<span style="font-style:italic;">la fiera</span>) y la religión al servicio del Estado (<span style="font-style:italic;">el falso profeta</span>), con palabras vacias y altisonantes (ranas, cf. Sal 77,45; 105,30) de abominable contenido (<span style="font-style:italic;">espíritus inmundos</span>), lanzan un desesperado llamamiento, que no carece de eficacia (<span style="font-style:italic;">demonios con poder</span>, etc.), a todos los que detentan el poder (<span style="font-style:italic;">a los reyes de la tierra</span>), para que formen una coalición contra Dios.<br /><br />En medio de la preparación guerrera, aviso del Señor a los suyos (15): tienen que estar alerta en todo momento (<span style="font-style:italic;">como un ladrón</span>, cf. 3,3). Bienaventuranza para el que no se duerme; no estar vigilante en esta ocasión, motivo de vergüenza para el cristiano (solía dormirse desnudo) (15). <br /><br />El ejército de los opresores, preparado para el combate; el desenlace se describe en 19,19-21 (16). <span style="font-style:italic;">Harmagedón </span> significa "Monte Meguido"; esta ciudad, en la llanura de Esdrelón, al pie del monte Carmelo (cf. 1 Re 18), había sido escenario de sangrientas batallas (Jue 4,12-17; 2 Re 9,27; 23,29; cf. Zac 12,11).Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2036488702101985980.post-43111781594587894032010-10-05T00:59:00.000-07:002010-10-05T02:22:32.561-07:00SE PREPARAN LAS SIETE ÚLTIMAS PLAGAS. Ap 15,1-16,1.<span style="font-weight:bold;">1 Vi en el cielo otra señal, magnífica y sorprendente: siete ángeles que llevaban siete plagas, las últimas, pues con ellas se agotó el furor de Dios.<br />2 Vi también una especie de mar de vidrio veteado de fuego; en la orilla del mar de vidrio estaban de pie los que habían triunfado de la fiera, de su estatua y de la cifra de su nombre;<br />3 con cítaras que Dios les había dado cantaban el cántico de Moisés el siervo de Dios y el cántico del Cordero diciendo:<br /><br />- Grandes y admirables son tus obras,<br />Señor Dios, soberano de todo;<br />justo y verdadero tu proceder,<br />rey de las naciones.<br />4 ¿Quién no te respetará?,<br />¿quién no dará gloria a tu nombre,<br />si sólo tú eres snato?<br />Todas las naciones vendrán<br />a postrarse ante ti,<br />porque tus justas sentencias<br />se han promulgado.<br /><br />5 Después, en la visión, se abrió en el cielo el santuario de la tienda del Encuentro<br />6 y salieron del santuario los siete ángeles que llevaban las siete plagas, vestidos de lino puro esplendente y ceñidos con fajas doradas a la altura del pecho.<br />7 Uno de los cuatro vivientes repartió a los siete ángeles siete cuencos de oro llenos hasta el borde del furor de Dios, que vive por los siglos de los siglos.<br />8 El humo de la gloria de Dios y de su potencia llenó el santuario; nadie podía entrar en él hasta que no se terminasen las siete plagas de los siete ángeles.<br /><br />16 1 Oí una voz potente que salía del santuario y decía a los siete ángeles: "Id a derramar en la tierra los siete cuencos del furor de Dios".</span><br /><br />EXPLICACIÓN.<br /><br />El septenario de los cuencos lleva a término la salvación/liberación: nuevo éxodo (2-4); se prepara el ataque de Dios a la fiera (5-8).<br /><br />Visión de una <span style="font-style:italic;">señal magnífica</span> (lit. "grande", cf. 12,1.3), es decir, portadora de un mensaje importante y <span style="font-style:italic;">sorprendente:</span> "siete ángeles" que llevan <span style="font-style:italic;">siete plagas</span> (1). Este término recuerda inmediatamente la liberación de Egipto; se trata, pues, de una acción divina que derrumba el poder ejercido por un opresor sobre los que son fieles a Dios. Son <span style="font-style:italic;">las últimas</span>; la liberación entra en su fase final; el mal va a destruirse a sí mismo (<span style="font-style:italic;">se agotó el furor de Dios</span>; cf. nota a 11,15-19).<br /><br />Segunda visión, en paralelo con la primera: un mar de cristal (cf.4,6), pero esta vez <span style="font-style:italic;">veteado de fuego</span>, símbolo de la prueba. Es una visión anticipada de la liberación que va a efectuarse y muestra la finalidad de las plagas anunciadas. Los liberados son los que <span style="font-style:italic;">han triunfado de la fiera</span>, etc., no por la violencia, sino por la fidelidad y la constancia, sin ceder a la persecución ni a la presión ejercida contra ellos; <span style="font-style:italic;">en la orilla del mar </span>que ya han atravesado (2). <br /><br />Lo mismo que Moisés, después de atravesar el Mar Rojo, había entonado el cántico de acción de gracias por la liberación de Egipto (Éx 15), los que no han cedido a la fiera entonan el cántico de su éxodo, agradeciendo su liberación; <span style="font-style:italic;">soberano de todo,</span> el Creador; <span style="font-style:italic;">rey de las naciones</span>, no ya de Israel: universalidad (3). Admiración (¿<span style="font-style:italic;">Quién no te respetará</span>, etc.?). Las calamidades no pretenden aniquilar a las naciones, sino curarlas de su mal, haciéndoles reconocer al verdadero Dios (4).<br /><br />Continúa la visión (5). <span style="font-style:italic;">El santuario de la tienda del Encuentro</span>, el lugar de Dios durante la travesía del desierto, el lugar del arca (cf. 11,19). <span style="font-style:italic;">Los siete ángeles</span> (6) menchttp://www.blogger.com/img/blank.gifionados al principio (v.1). <span style="font-style:italic;">Lino puro esplendente</span>, blancura deslumbrante, la gloria divina; <span style="font-style:italic;">faja dorada</span>, etc., cf. 1,13, de Jesús. <span style="font-style:italic;">Siete cuencos</span> (7): las siete plagas van a poner en evidencia diversos aspectos de la injusticia del opresor y sus secuaces. <span style="font-style:italic;">El humo de la gloria de Dios y de su potencia</span> (8): en estas plagas van a ser manifiestas (<span style="font-style:italic;">gloria</span>) la presencia y acción divinas. <span style="font-style:italic;">Nadie podrá entrar en él</span>: la importancia de lo que va a suceder excluye toda otra actividad ante Dios.<br /><br />Orden de ejecución, procedente de la morada de Dios (16,1).Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2036488702101985980.post-589360355742989652010-10-05T00:49:00.000-07:002010-10-05T00:59:10.382-07:00VISIÓN ANTICIPADA DEL JUICIO. Ap 14,14-20<span style="font-weight:bold;">14 En la visión apareció una nube blanca y, sentada encima, una figura humana con una corona de oro en la cabeza y en la mano una hoz afilada.<br />15 Salió del santuario otro ángel dando gritos estentóreos al que estaba sentado en la nube: "Arrima tu hoz y siega; ha llegado la hora de la siega, pues la mies de la tierra ya está pajiza".<br />16 El que estaba sentado encima de la nube acercó su hoz a la tierra y la segó.<br />17 Del santuario celeste salió otro ángel llevando también él una hoz afilada.<br />18 Del altar salió otro, el ángel que tiene poder sobre el fuego, y dio una gran voz al de la hoz afilada diciendo: "Arrima tu hoz afilada y vendimia los racimos de la viña de la tierra, que las uvas están en sazón".<br />19 El ángel acercó su hoz a la tierra, vendimió la viña de la tierra y echó las uvas en el gran lagar del furor de Dios.<br />20 Pisaron el lagar fuera de la ciudad y del lagar corrió tanta sangre, que subió hasta los bocados de los caballos, a una distancia de sesenta leguas.</span><br /><br />EXPLICACIÓN.<br /><br />En dos escenas paralelas y mediante descripciones poéticas se expresa la suerte de los que han aceptado el mensaje de Jesús y la de los que han sido enemigos del hombre.<br /><br />Jesús (<span style="font-style:italic;">una figura humana</span>, cf. 1,13; <span style="font-style:italic;">nube, corona de oro</span>, condición divina) recoge la cosecha de grano, la de la humanidad salvada, en la hora que Dios designa (<span style="font-style:italic;">otro ángel dando gritos</span>) (14-16).<br /><br />Un ángel, en cambio, vendimia la uva (cf. Jl 3,13), siguiendo la orden del ángel del fuego (cf. 14,10: "fuego y azufre"). La escena amplifica el texto de Is 63,1-6, que describe en términos tragicos la aniquilación de los enemigos, para hacer triunfar el derecho de los oprimidos. Para <span style="font-style:italic;">el furor de Dios</span>, cf. 14,10 (17-20).Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2036488702101985980.post-77402382871198990462010-10-01T02:52:00.000-07:002010-10-01T03:28:06.144-07:00TRES ÁNGELES PREDICEN LA VICTORIA. Ap 14,6-13.<span style="font-weight:bold;">6 Vi otro ángel que volaba por mitad del cielo; llevaba una buena noticia perenne para anunciarla a los habitantes de la tierra, a toda nación, raza, lengua y pueblo.<br />7 Clamaba: "Respetad a Dios y dadle la razón, porque ha sonado la hora de su juicio; rendid homenaje al que hizo el cielo, la tierra, el mar y los manantiales".<br />8 Lo siguió otro ángel, el segundo, que decía: "Cayó, cayó la gran Babilonia, la que ha hecho beber a todas las naciones del vino del furor de su fornicación".<br />9 Lo siguió otro ángel, el tercero, clamando: "Quien venere a la fiera y a su estatua y reciba su marca en la frente o en la mano,<br />10 ése beberá del vino del furor de Dios, escanciado sin diluir en la copa de su cólera, y será atormentado.<br />11 El humo de su tormento sube por los siglos de los siglos, pues los que veneran a la fiera y el que recibe la marca con su nombre no tienen respiro ni día ni noche".<br />12 ¡Aquí del aguante de los consagrados que guardan los mandamientos de Dios y la fidelidad a Jesús!<br />13 Oí una voz del cielo que decía: "Escribe: Dichosos desde ahora los que mueran como cristianos". "Cierto, dice el Espíritu, podrán descansar de sus trabajos, pues sus obras los acompañan".</span><br /><br />EXPLICACIÓN.<br /><br />Una vez aclarado el sentido profundo de la contienda, va a empezar la ofensiva de Dios contra el poder opresor, la fiera, simbolizada por la serie de siete cuencos llenos de su furor. Antes, sin embargo, Juan intercala tres avisos (6-12) para incitar a los hombres a escapar de la ruina. Se refuerzan los avisos con la descripción de la doble suerte final (14-20).<br /><br />Primer ángel (7): Queda siempre abierta una oportunidad de salvación (<span style="font-style:italic;">buena noticia</span>) para todo hombre (<span style="font-style:italic;">toda nación</span>, etc.) (6). Ante la inminencia del juicio, es decir, de la caída del sistema opresor y de los valores que representa, invitación universal a recapacitar. Dios, creador para beneficio del hombre.<br /><br />Segundo ángel (8): Anuncio profético que apoya la invitación anterior: el sistema opresor no tiene futuro, está condenado a desaparecer. El nombre de <span style="font-style:italic;">Babilonia</span>, máximo enemigo de Israel en el pasado, servía a los cristianos para designar a Roma, el imperio opresor de su época. Se anuncia su ruina como ya efectuada, es decir, está dado el decreto, y su ejecución es infalible. El Imperio romano corrompe al mundo entero; <span style="font-style:italic;">el vino</span>, atractivo, tentación; <span style="font-style:italic;">fornicación</span>, idolatría, falsos valores.<br /><br />Tercer ángel (9-11); Castigo de los que se hayan sometido a la fiera y hayan adoptado sus valores y su línea de conducta (cf. 13,1-17); vino contrapuesto al de v.8; beber el primer vino es condenarse a beber el segundo; <span style="font-style:italic;">del furor de Dios</span>, etc. (cf. Is 51,17; Sal 75,8; Jr 25,15); con estas imágenes pondera el autor las terribles consecuencias de la corrupción del sistema, que llegarán hasta el límite; nada podrá evitarlas. <span style="font-style:italic;">Fuego y azufre</span>, cf. Gn 19,24, destrucción de Sodoma y Gomorra; Ez 38,22; contra las tropas de Gog: fracaso y ruina.<br /><br />El último párrafo (<span style="font-style:italic;">El humo de su tormento</span>, etc. ) (11) no está construido en futuro ("subirá, no tendrán respiro"), sino en presente (<span style="font-weight:bold;">sube, no tienen respiro</span>), simultáneo con el hecho de venerar a la fiera o con el de recibir su marca (lit. "y si uno recibe la marca"). No se trata, pues, de un castigo futuro, sino de una situación o amenaza presente. En tal caso, lo que parece indicar el texto es que los que actúan así renuncian a toda esperanza de salvación. Un caso parecido aparece en 19,3; "el humo de su incendio (lit., "su humo") sube por los siglos de los siglos", frase que no puede significar un incendio interminable, sino lo definitivo de la ruina, que excluye toda restauración. Por otra parte, ser arrojados al lago de fuego (y azufre) será el fin del diablo (20,10), de la muerte y el abismo o Hades (20,14), todos figuras simbólicas. Según 20,14, el lago de fuego se identifica con la segunda muerte, que es la aniquilación definitiva, como se ve por el hecho de que "la muerte" será arrojada al lago de fuego. Lo mismo hay que interpretar los textos de 20,15 y 21,8.<br /><br />Conocer el fracaso de los enemigos de Dios ha de dar ánimos a los cristianos para, en medio de la dificultad, mantener la adhesión a Jesús y el amor mutuo (<span style="font-style:italic;">los mandamientos de Dios</span>, cf. 1 Jn 3,22-24).<br /><br />Un mensaje divino (voz del cielo) quita a la muerte todo aspecto de incertidumbre o terror;<span style="font-style:italic;"> como cristianos</span>,lit. "en (el) Señor", modo primitivo de expresar esa idea; cf. 1,9; 1 cor 3,1. El Espíritu confirma en la comunidad lo dicho por la voz del cielo. <span style="font-style:italic;">Sus obras</span>, que han expresado el espíritu que los animaba (13).Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2036488702101985980.post-51726084421909594742010-10-01T02:35:00.000-07:002010-10-01T02:52:10.200-07:00EN EL MONTE SIÓN. Ap 14,1-5.<span style="font-weight:bold;">14 1 En la visión apareció el Cordero de pie sobre el monte Sión y con él ciento cuarenta y cuatro mil que llevaban inscrito en la frente el nombre del Cordero y el nombre de su Padre.<br />2 Oí también un fragor que bajaba del cielo, parecido al estruendo del océano y al estampido de un trueno fuerte; <br />3 era el son de citaristas que tañían sus cítaras delante del trono, delante de los cuatro vivientes y los ancianos, cantando un cántico nuevo.<br />Nadie podía aprender aquel cántico fuera de los ciento cuarenta y cuatro mil, los adquiridos en la tierra.<br />4 Estos son los que no se han manchado con mujeres, porque son vírgenes; éstos son los que siguen al Cordero adonde quiera que vaya; los adquirieron como primicias de la humanidad para Dios y el Cordero.<br />5 En sus labios no ha habido mentira, no tienen falta.</span><br /><br />EXPLICACIÓN.<br /><br />Escenario, la tierra. La comunidad cristiana, que en la descripción anterior aparecía meramente pasiva, perseguida y oprimida por el poder, está, en realidad, segura, apiñada en torno a Jesús, gozosa y dispuesta a continuar su misión.<br /><br />El monte Sión, símbolo de firmeza y seguridad; la presencia de Dios en él lo pone por encima de cualquier amenaza. Lugar idealizado desde donde se ejerce la acción del Mesías en la historia. <span style="font-style:italic;">Ciento cuarenta y cuatro mil</span> (cf. 7,1-9), el nuevo Israel universal; el múltiplo <span style="font-style:italic;">mil</span> se aplica a las realidades históricas en cuanto en ellas se ejerce la acción del Mesías. Los 144.000 representan, pues, al pueblo de Dios en cuanto asociado a la obra de la salvación mesiánica. <span style="font-style:italic;">En la frente</span>, el sello impuesto en 7,1-9, en oposición al de la fiera; cf. 13,16 (1).<br /><br /><span style="font-style:italic;">Que bajaba del cielo</span> (2), la morada divina (cf. Ez 1,24; 43,2; Sal 29,3ss; 46,7), majestad (<span style="font-style:italic;">océano</span>) y fuerza, atributos de Dios (<span style="font-style:italic;">trueno</span>), canto acompañado de <span style="font-style:italic;">cítaras</span> (3), armonía y dulzura. El<span style="font-style:italic;"> cántico nuevo,</span> cf. Sal 3,3; 40,4; 96,1; 98,1; 144,9; 149,1; se celebra la presencia y la actividad del Mesías-Cordero en la historia humana, con referencia al éxodo que efectúa (cf. 15,3).<br /><br />Aun en medio de su tribulación, la iglesia terrestre puede unir su voz al cántico celeste. Características de los 144.000: <span style="font-style:italic;">no se marcharon con mujeres</span> (4), metáfora para indicar que están siempre dispuestos al combate (cf. Dt 23,10-12; 1 Sm 21,5s; pureza o abstinencia sexual de los soldados en campaña); se han comprometido a estarlo siempre (<span style="font-style:italic;">porque son vírgenes</span>). Esa disposición y prontitud les permite seguir a Jesús sin condiciones (<span style="font-style:italic;">adonquequiera que vaya</span>), colaborando en la obra salvadora. <span style="font-style:italic;">Primicias</span>, horizonte de salvación para la humanidad entera. <span style="font-style:italic;">No hubo mentira</span> (5) (cf. Sal 32,3; Sof 3,13; Is 53,9): no han disimulado su adhesión a Jesús ni han cedido a compromisos con el paganismo opresor (cf. 13,8). <span style="font-style:italic;">No tienen falta</span>, resume lo anterior.Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2036488702101985980.post-50614834879411183652010-10-01T02:22:00.000-07:002010-10-01T02:34:49.327-07:00LAS DOS FIERAS. (Segunda Parte) Ap 13,11-18.<span style="font-weight:bold;">11 Vi después otra fiera que salía de la tierra; tenía dos cuernos de cordero, pero hablaba como un dragón, <br />12 y ejerce toda autoridad de la primera fiera, a su vista; consigue que el mundo entero y todos los habitantes veneren a la primera fiera, la que tenía curada su herida mortal.<br />13 Realizaba grandes señales, incluso hacía bajar fuego del cielo a la tierra a la vista de la gente.<br />14 Con las señales que le concedieron hacer a la vista de la fiera, extraviaba a los habitantes de la tierra, incitándolos a que hiciesen una estatua de la fiera que había sobrevivido a la herida de la espada.<br />15 Se le concedió dar vida a la estatua de la fiera, de modo que la estatua de la fiera pudiera hablar e hiciera dar muerte al que no venerase la estatua de la fiera.<br />16 A todos, grandes y pequeños, ricos y pobres, esclavos y libres, hizo que los marcaran en la mano derecha o en la frente,<br />17 para impedir comprar ni vender al que no llevase la marca con el nombre de la fiera o la cifra de su nombre.<br />18 Aquí del talento: quien sea inteligente descifre la cifra de la fiera, que es una cifra humana. Y su cifra es 666.</span><br /><br />EXPLICACIÓN.<br /><br />La segunda fiera representa a los funcionarios del poder opresor, en particular al sacerdocio pagano, que, con el culto al emperador, aureolaba de piedad la sumisión al Estado. Fue Domiciano el primero en decretar la obligatoriedad del culto imperial, practicado ya desde mucho antes en Asia Menor. La religión al servicio del poder. Apariencia suave, pero palabra maligna (11). Eficacia de esta propaganda, siempre bajo el control del poder (<span style="font-style:italic;">a su vista</span>) (12). Prodigios como los de Elías, para demostrar la aprobación celeste (<span style="font-style:italic;">falso profeta</span>) (13), persuadiendo a los hombres a identificarse (a fabricar ellos mismos <span style="font-style:italic;">la estatua</span>) con un poder que parece inmortal, por ser capaz de superar toda prueba (<span style="font-style:italic;">herida</span>) (14). <br /><br />No hay manera de escapar del poder, que actúa incluso a distancia; su imagen misma tiene vida y da muerte a los que no se le someten (13). Sanciones económicas; <span style="font-style:italic;">marca en la mano/brazo derecho</span>; ajustar la propia actividad a los planes del Estado; <span style="font-style:italic;">en la frente:</span> adoptar su escala de valores (oposición al sello de 7,3); el sistema condena a los reacios a la miseria (16-17).<br /><br />666 es poco probable que represente el valor numérico de "César Nerón" escrito en letras hebreas; en todo caso, la repetición del seis, que nunca llega al siete, cifra de la plenitud, hace ver a los cristianos el fracaso en que desembocará el designio de la fiera (18).Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2036488702101985980.post-86211454366401868212010-09-30T07:22:00.000-07:002010-10-01T02:22:11.559-07:00LAS DOS FIERAS. Ap 12,18-13,10.<span style="font-weight:bold;">12 18 El dragón se detuvo en la arena del mar.<br /><br />13 1 Entonces vi una fiera que salía del mar; tenía diez cuernos y siete cabezas, llevaba en los cuernos diez diademas y en las cabezas un título blasfemo.<br />2 La fiera que vi parecía una pantera con patas de oso y fauces de león. El dragón le confirió su poder, su trono y gran autoridad. <br />3 Una de sus cabezas parecía tener un tajo mortal, pero su herida mortal se había curado. Todo el mundo, admirado, seguía a la fiera; <br />4 rindieron homenaje al dragón por haber dado su autoridad a la fiera y rindieron homenaje a la fiera exclamando: "¿Quién hay como la fiera?, ¿quién puede combatir con ella?.<br />5 Dieron a la fiera una boca grandilocuente y blasfema y el derecho de actuar cuarenta y dos meses.<br />6 Abrió su boca para maldecir a Dios, insultar su nombre y su morada y a los que habitaban en el cielo.<br />7 Le permitieron guerrear contra los consagrados y vencerlos y le dieron autoridad sobre toda raza, pueblo, lengua y nación.<br />8 Le rendirán homenaje todos los habitantes de la tierra, excepto aquellos cuyos nombres están escritos desde que empezó el mundo en el registro de los vivos que tiene el Cordero degollado.<br />9 Quien tenga oídos que oiga:<br />10 <span style="font-style:italic;">El que está destinado al cautiverio,<br />al cautiverio va.<br />Al que tenía que morir a espada,<br />a espada lo mataron (</span>Jr 15,2).<br />¡Aquí del aguante y la fe de los consagrados!</span><br /><br />EXPLICACIÓN.<br /><br />En la época de Juan, el "Dragón/poder divinizado" se encarna en el Imperio romano, simbolizado por la fiera, que exige adoración divina y lleva a cabo su obra destructora.<br /><br /><span style="font-style:italic;">En la arena del mar</span>, terreno sin estabilidad (cf. 14,1: el Cordero "en el monte") (18). El mar representa en el Apocalipsis un residuo del caos inicial, destinado a desaparecer (cf.21,1: "y el mar ya no existía). <span style="font-style:italic;">Una fiera que salía del mar</span> (13,1): No es una orden de Dios ni un ángel quien suscita esta fiera. Juan combina las cuatro fieras de Dn 7,1-7 (figuras de imperios paganos), para describir el poder imperial romano, prototipo del opresor. <span style="font-style:italic;">Diez cuernos</span>, cf.17,12s: diez reyes vasallos; <span style="font-style:italic;">siete cabezas</span>, cf. 17,9s; las siete colinas y siete emperadores; <span style="font-style:italic;">diez diademas</span>, los reinos que domina; <span style="font-style:italic;">título blasfemo</span>, los títulos divinos asumidos por los emperadores. El poder imperial no es divino ni procede de Dios, es agente del Enemigo del hombre (cf. 12,9: "el diablo, Satanás"), que reina por su medio (<span style="font-style:italic;">le confirió su poder</span>, etc.) (2).<span style="font-style:italic;"> Una de sus cabezas</span>, etc. (3): ha logrado superar una crisis que lo ha puesto en peligro, quizá la guerra civil después de la muerte de Nerón (parodia de Jesús muerto y resucitado). El pueblo admira la fuerza del imperio y hace suya la ideología del poder (<span style="font-style:italic;">rindieron homenaje al dragón</span>); se hace incondicional de sus propios opresores (4).<br /><br /><span style="font-style:italic;">Blasfema</span>, cf. v,1: "un título blasfemo". <span style="font-style:italic;">Cuarenta y dos meses</span>, cf. 11,2s; 12,6, el tiempo de la persecución. La divinización del poder (culto al emperador), blasfemia contra Dios. No tiene nada positivo que ofrecer (6). Dios no interfiere en el juego de las libertades humanas (7). Sumisión universal (cf. Dn 3), pero los destinados a lavida no se dejan seducir (8). Con el texto de Jr 15,2, Juan describe la suerte de los que niegan su adhesión a la fiera. Reacción cristiana: aceptar la persecución renunciando a toda violencia (9-10).Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2036488702101985980.post-85935995368155697112010-09-30T07:07:00.000-07:002010-09-30T07:22:20.744-07:00La mujer y el dragón. 3ª parte. Ap 12,13-17.<span style="font-weight:bold;">13 Cuando vio el dragón que lo habían arrojado a la tierra se puso a perseguir a la mujer que había dado a luz el hijo varón.<br />14 Le dieron a la mujer las alas del águila real para que volase a su lugar en el desierto, donde será sustentada un año y otro año y medio año lejos de la serpiente.<br />15 La serpiente, persiguiendo a la mujer, echó por la boca un río de agua, para que el río la arrastrase; <br />16 pero la tierra salió en ayuda de la mujer, abrió su boca y se bebió el río salido de la boca de la serpiente.<br />17 Furioso el dragón contra la mujer, se marchó a hacer la guerra el resto de su descendencia, a los que cumplen los mandamientos de Dios y mantienen el testimonio de Jesús.</span><br /><br />EXPLICACIÓN.<br /><br />El declive de su prestigio no hace desistir al poder de la persecución contra la comunidad cristiana (13). <span style="font-style:italic;">Las dos alas del águila real</span>, lit. "de la gran águila", alusión a Ez 17,7, donde un águila gigante, sin duda figura de Dios (cf. Éx 19,4; Dt 32,11) hace que Israel encuentre las aguas que aumentarán su fecundidad. Aquí, la ayuda no es exterior, Dios potencia a la comunidad misma (<span style="font-style:italic;">le dieron las dos alas</span>) con una fuerza que le permite escapar rápidamente del asedio del perseguidor, refugiándose, como antes, en el <span style="font-style:italic;">desierto</span>, es decir, reafirmando su ruptura con la sociedad injusta; esta ruptura es lo que la mantiene en vida (<span style="font-style:italic;">será sustentada</span>) y la hace invencible. La comunidad cristiana no tiene poder ni se enfrenta con su enemigo. <span style="font-style:italic;">Un año</span>, etc., lit. "un tiempo y tiempos y medio tiempo" (cf. Dn 7,25; 12,7), son los tres años y medio o 1260 días que duran la persecución y el testimonio (cf. 12,6).<br /><br /><span style="font-style:italic;">La serpiente</span> (15), el dragón en cuanto tentador que extravía al género humano (12,9); ataque indirecto, pero irresistible (de su boca, ¿promesas?; <span style="font-style:italic;">la tierra</span>, aliada de la mujer (cf. 11,19: "los que destruyen la tierra") (16). Fracasado el intento contra la iglesia en su conjunto, persigue a grupos cristianos; nuevo ensañamiento, descrito a continuación (17).Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2036488702101985980.post-40339907864050549162010-09-30T06:40:00.000-07:002010-09-30T07:07:49.283-07:00La mujer y el dragón. 2ª parte. Ap 12,7-12.<span style="font-weight:bold;">7 En el cielo se trabó una batalla. Miguel y sus ángeles declararon la guerra al dragón. Lucharon el dragón y sus ángeles declararon guerra al dragón. Lucharon el dragón y sus ángeles, pero no vencieron.<br />8 y desaparecieron del cielo definitivamente;<br />9 al gran dragón, a la serpiente primordial que se llama diablo y Satanás y extravía a la tierra entera, lo precipitaron a la tierra y precipitaron a sus ángeles con él.<br />10 Oí en el cielo una aclamación:<br /><br />-¡Ha sonado la hora de la victoria de nuestro Dios,<br />de su poderío y de su reinado,<br />y de la potestad de su Mesías!<br />Porque han derribado al acusador de nuestros hermanos,<br />al que los acusaba día y noche ante nuestro Dios;<br />11 ellos lo vencieron con la sangre del Cordero<br />y con el testimonio que pronunciaron<br />y no amando la vida hasta temer la muerte.<br />12 Regocijaos por eso, cielos<br />y los que en ellos habitáis.<br />¡Ay de la tierra y del mar!<br />El diablo bajó contra vosotros rebosando furor,<br />pues sabe que le queda poco tiempo.</span><br /><br />EXPLICACIÓN.<br /><br />Paréntesis. Miguel (cf. Dn 10,13,21; 12,1) representa la fuerza divina en favor del pueblo de Dios, la comunidad cristiana. La batalla: transposición a nivel trascendente de un antagonismo existente a nivel histórico: Dios (el mensaje de Jesús) niega el carácter divino del poder; éste pretende conservar la usurpada condición divina (<span style="font-style:italic;">Lucharon</span>, etc. ) (7). Mientras el Hombre ha sido elevado a la esfera divina (12,5), su antagonista, el <span style="font-style:italic;">dragón</span>/poder, es expulsado definitivamente de ella. Desacralización del poder político y de sus agentes (<span style="font-style:italic;">sus ángeles</span>), con alusión a la divinización del Estado fomentada por el culto al emperador (8). Se identifica al dragón/poder con la serpiente que provocó el pecado y la muerte del género humano. No es sólo violento, sino también insidioso (9: <span style="font-style:italic;">extravía</span>, como a los primeros padres). Ruina de sus pretensiones: el dragón/poder es sólo una realidad terrestre.<br /><br />Aclamación: El reinado de Dios y del Mesías en lugar de la tiranía del dragón (10a). El poder y sus agentes acusaban de impiedad a los cristianos por negarse a practicar el culto imperial (cf. Job 1-2; Zac 3,1s); según ellos, acatar el poder equivalía a acatar a Dios (10b). La batalla mítica entre Miguel y el dragón se expone en términos históricos: son los cristianos quienes han vencido al dragón. La muerte de Jesús a manos de los poderes del mundo (<span style="font-style:italic;">la sangre del Cordero</span>) les ha dado fuerza para desafiarlos, sin arredrarse por la pérdida de la vida (11). Alegría por la liberación (12a). El poder, consciente de su fracaso y de su precariedad, va a actuar con mayor saña (12b).Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2036488702101985980.post-53050858263087052502010-09-30T03:17:00.000-07:002010-09-30T03:40:53.896-07:00LA MUJER Y EL DRAGÓN. Ap 12,1-6.<span style="font-weight:bold;">12 1 Apareció en el cielo una magnífica señal: una mujer envuelta en el sol, con la luna bajo sus pies y en la cabeza una corona de doce estrellas.<br />2 Estaba encinta, gritaba por los dolores del parto y el tormento de dar a luz.<br />3 Apareció en el cielo otra señal: un gran dragón rojo con siete cabezas y diez cuernos, y en las cabezas siete diademas.<br />4 Su cola barrió la tercera parte de las estrellas del cielo y las arrojó a la tierra.<br /> El dragón se quedó delante de la mujer que iba a dar a luz, para devorar a su hijo cuando naciera.<br />5 Ella dio a luz un hijo varón, destinado <span style="font-style:italic;">a regir</span> a todas <span style="font-style:italic;">las naciones con cetro de hierro</span> (Sal 2,9); pero arrebataron a su hijo y lo llevaron hasta Dios y su trono.<br />6 La mujer huyó al desierto, donde tiene un lugar reservado por Dios, para que allí la sustenten mil doscientos sesenta días.</span><br /><br />EXPLICACIÓN.<br /><br />Comienza la exposición del contenido del librito. La persecución al mensaje cristiano es la concreción histórica de una lucha más profunda. Descrita en términos míticos, es la lucha entre Dios y el dragón, figura del mal, identificado con Satanás, "el Enemigo" y "la serpiente antigua", que causó la muerte del hombre. En términos históricos, es la desmitificación del poder, que, gracias al testimonio de Jesús y al de sus seguidores, pasa de ser considerado como divino (el dragón en el cielo) a ser visto como el Enemigo del hombre y adversario del plan de Dios; el designio divino liberador se propone destruir el poder, que oprime al hombre y le impide alcanzar su plenitud.<br /><br />Se abre esta sección con la presentación de la comunidad cristiana como realidad trascendente insertada en la historia.<br /><br /><span style="font-style:italic;">Magnífica </span>( lit. "grande") <span style="font-style:italic;">señal</span>, imagen portadora de un mensaje de fundamental importancia ; <span style="font-style:italic;">en el cielo</span> implica la trascendencia divina. Teniendo en cuenta los símbolos usados por los profetas, <span style="font-style:italic;">una mujer</span>, que es <span style="font-style:italic;">esposa y madre</span> hace pensar en la relación de Dios con el pueblo y en su fecundidad. Envuelta por Dios <span style="font-style:italic;">de sol</span>: amor de Dios hacia ella (cf. Os 52,1; 61,10); <span style="font-style:italic;">la luna bajo sus pies</span>, dominio sobre la sucesión del tiempo, existencia por encima de las vicisitudes humanas (cf. Sal 89,37s, en contexto de alianza); <span style="font-style:italic;">corona</span>, realeza; <span style="font-style:italic;">de estrellas</span>, dimensión trascendente; <span style="font-style:italic;">doce</span>, el nuevo Israel universal (cf. 21,12-14). El atuendo de la mujer indica pues, la realidad trascendente del nuevo pueblo de Dios, la comunidad cristiana.<br /><br />Madre fecunda (2): parto particularmente doloroso (a través de la persecución; cf. Jn 16,20); tensión de la comunidad hacia una realidad nueva, el nacimiento del Hombre (el hombre nuevo, la plenitud humana, cuyo prototipo es Jesús; cf. Jn 16,21) en cada uno de sus miembros.<br /><br /><span style="font-style:italic;">Otra señal</span> (3), nuevo mensaje procedente también de la esfera divina (<span style="font-style:italic;">en el cielo</span>). <span style="font-style:italic;">Dragón</span>, símbolo de una voluntad de mal que consigue sojuzgar a los hombres y escapa de su control; fuerza tremenda y temible (<span style="font-style:italic;">grande</span>), sanguinaria (<span style="font-style:italic;">rojo</span>), con plena vitalidad (<span style="font-style:italic;">siete cabezas</span>): máxima expresión del mal, pero su fuerza (cuernos), aunque grande, no es ilimitada (<span style="font-style:italic;">diez</span>). Esta fuerza de mal se encarna en el poder político (<span style="font-style:italic;">diademas</span>). Quiere acaparar el poder (<span style="font-style:italic;">barrió la tercera parte de las estrellas del cielo</span>, figura de los príncipes o poderosos que derroca, cf. Dn 8,10.24s, de Antíoco Epífanes) (4a). Carácter demoníaco del poder, hasta ahora divinizado.<br /><br />Desproporción entre la fuerza del mal y la de la mujer. El poder no tolera la existencia del hombre nuevo (<span style="font-style:italic;">para devorar</span>) (4b). <span style="font-style:italic;">Hijo varón</span>, fuerza. La comunidad va realizando en la historia el designio de Dios sobre el hombre y consigue hacerlo a pesar de las fuerzas hostiles. Aunque históricamente débil, no será destruida; por el contrario, vencerá y dominará a sus adversarios (<span style="font-style:italic;">destinado a regir</span>, etc., Sal 2,9; cf. Ap 2,25s, donde se dice a todo cristiano "que salga vencedor"); fracaso de la tentativa de eliminar al hombre nuevo, que, participando de la libertad y señorío de Dios (<span style="font-style:italic;">hasta Dios y su trono</span>), queda fuera de su alcance (5). La comunidad como realidad terrestre sigue perseguida; en <span style="font-style:italic;">el desierto</span> (6), fuera de los valores de la sociedad (situación de éxodo respecto a la sociedad opresora), encuentra refugio y protección divina. <span style="font-style:italic;">1260 días</span>, tres años y medio (cf. 11,2s), el tiempo de la profecía y de la persecución de los dos testigos, figuras de la comunidad (11,3).Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2036488702101985980.post-30337591931565921162010-09-30T03:01:00.000-07:002010-09-30T03:15:26.523-07:00CUARTA SECCIÓN: LA SÉPTIMA TROMPETA Y LA SERIE DE LOS CUENCOS. Ap 11,15-19.<span style="font-weight:bold;">15 Al tocar su trompeta el séptimo ángel se oyeron aclamaciones en el cielo:<br /> -¡El reinado sobre el mundo<br /> ha pasado a nuestro Señor y a su Mesías<br /> y reinará por los siglos de los siglos!<br />16 Los veinticuatro ancianos que están sentados delante de Dios cayeron rostro en tierra rindiendo homenaje a Dios,<br />17 y decían:<br /> -¡Gracias, Señor Dios, soberano de todo,<br /> el que eres y que eras,<br /> por haber asumido tu gran potencia<br /> y haber empezado a reinar!<br />18 Montaron en cólera las naciones,<br /> pero tu cólera ha llegado:<br /> el momento de juzgar a los muertos,<br /> pequeños y grandes;<br /> para recompensar a tus siervos los profetas,<br /> a los consagrados y a los que respetan tu nombre,<br /> para destruir a los que destruyen la tierra.<br />19 Se abrió en el cielo el santuario de Dios y en su santuario apareció el arca de su alianza; se produjeron relámpagos, estampidos, truenos, un terremoto y temporal de granizo.</span><br /><br />EXPLICACIÓN.<br /><br />Culmina la serie de las trompetas: ante esa realidad de persecución, ha llegado el momento de que reinado de Dios se manifieste a la humanidad, y se acabe la injusticia del mundo. Aclamación entusiasta de voces celestes: los que habían esperado y aquello por lo que habían orado ("llegue tu reinado") va a cumplirse al fin (15).<br /><br />Los ancianos, la humanidad nueva en su estado definitivo (16), da gracias a Dios por la reivindicación que va a verificarse; <span style="font-style:italic;">el que eres y que eras</span>: llegado el final, se suprime el tercer miembro, <span style="font-style:italic;">y que viene</span> (cf. 1,4-8) (17). El himno utiliza motivos del AT (<span style="font-style:italic;">montaron en cólera las naciones</span>, cf. Sal 2,1; <span style="font-style:italic;">pequeños y grandes</span>, cf. Sal 115,13). A la cólera de las naciones paganas se opone la cólera de Dios (18); este concepto significa que nada detendrá las consecuencias autodestructoras del mal cometido por los hombres. Se mencionan los acontecimientos finales: el juicio, la recompensa y la destrucción <span style="font-style:italic;">de los que destruyen la tierra</span>, los enemigos de la creación de Dios. Las tres denominaciones: l<span style="font-style:italic;">os profetas</span> ( cf. 19,10), <span style="font-style:italic;">los consagrados</span> (cf. 5,8) y <span style="font-style:italic;">los que respetan tu nombre</span>, son tres modos de designar a los cristianos, subrayando respectivamente su misión ante el mundo, la presencia del Espíritu en ellos y su fidelidad a Dios.<br /><br />La acción divina que se anuncia es una teofanía, simbolizada por la apertura del santuario, la aparición del arca, la tempestad y el terremoto la presencia divina hace vacilar la tierra, cf. Éx 19,18; Sal 18,8; 97,4; Hab 3,6.10) (19). <span style="font-style:italic;">El arca de la alianza,</span> garantía de la fidelidad divina, en el momento del juicio (19).Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2036488702101985980.post-69228087042029352992010-09-29T03:03:00.000-07:002010-09-29T03:36:56.660-07:00LOS DOS TESTIGOS. APOCALIPSIS. 11,1-14<span style="font-weight:bold;">11 1 Me dieron una caña como de una vara, diciéndome: "Ve a medir el santuario de Dios, el altar y el espacio para los que dan culto.<br />2 Prescinde del patio exterior que está fuera del santuario, no lo midas, pues se ha permitido a las naciones pisotear la ciudad santa cuarenta y dos meses; <br />3 pero haré que mis dos testigos profeticen vestidos de sayal mil doscientos sesenta días".<br />4 Ellos son los dos olivos y los dos candelabros que están en la presencia del Señor de la tierra.<br />5 Si alguno quiere hacerles daño, saldrá de su boca fuego que devorará a sus enemigos; así, el que intente hacerles daño morirá sin remedio.<br />6 Tienen poder para cerrar el cielo y que no llueva mientras dure su profecía; tienen también poder para transformar el agua en sangre y herir la tierra a voluntad con plagas de toda especie.<br />7 Cuando terminen sus testimonio, la fiera que sube del abismo les hará la guerra, los derrotará y los matará.<br />8 Sus cadáveres yacerán en la calle de la gran ciudad, llamada en lenguaje profético Sodoma o Egipto, donde también su Señor fue crucificado.<br />9 Durante tres días y medio, gente de todo pueblo y raza, de toda lengua y nación mirarán sus cadáveres y no permitirán que les den sepultura.<br />10 Los habitantes de la tierra se felicitarán por su muerte, harán fiesta y se cambiarán regalos, porque estos dos profetas eran un tormento para los habitantes de la tierra.<br />11 Al cabo de los tres días y medio un aliento de vida mandado por Dios entró en ellos y se pusieron e npie; el terror sobrecogió a todos los que lo veían.<br />12 Oyeron entonces una voz potente que les decía desde el cielo: "Subid aquí". Y subieron al cielo en una nube, a la vista de sus enemigos.<br />13 En aquel momento se produjo un gran terremoto y se desplomó la décima parte de la ciudad; murieron en el terremoto siete mil personas, y los demás, aterrorizados, dieron la razón al Dios del cielo.<br />14 El segundo ay ha pasado; el tercero va a llegar pronto.<br /></span><br />EXPLICACIÓN.<br /><br />En primer lugar señala Juan la misión histórica de la iglesia, simbolizada por los dos testigos: proclamar en el mundo el evangelio; el poder del mundo usa la violencia para sofocar su voz, pero inútilmente, pues ella completa su testimonio.<br /><br />Tras la destrucción del templo de Salomón (586 a.C), el profeta Ezequiel tuvo una visión en la que un hombre tomaba las medidas del templo definitivo (Ez 40-42), donde habitaría la gloria de Dios y que estaría libre de la infidelidad que había profanado el antiguo (Ez 43). Juan recibe una misión semejante (1).<br /><br />Para los cristianos, <span style="font-style:italic;">el santuario y el altar </span>(1) habían pasado a ser metáforas; el nuevo santuario es la comunidad de los fieles, en la que habita el Espíritu de Dios (cf. 2 Cor 6,16; 1 Pe 2,5). Así lo indica el texto al poner a los fieles en paralelo con el santuario y el altar; literalmente: "Ve a medir el santuario de Dios y el altar y a los que dan culto en él".<br /><br />En Jerusalén, el patio exterior del templo podía ser visitado por no judíos. En el nuevo santuario, la comunidad cristiana, la situación es distinta: no hay convivencia pacífica con los paganos: por un tiempo éstos seguirán siendo enemigos y perseguidores de la nueva comunidad. No hay patio exterior (2) donde cristianos y paganos puedan mezclarse sin conflicto.<br /><br />La comunidad cristiana, <span style="font-style:italic;">la ciudad santa</span>, está siendo <span style="font-style:italic;">pisoteada</span> por los paganos,como lo había sido Jerusalén en tiempo de Isaías (63,18). Juan escribe durante un período de persecución; asegura que ésta no durará indefinidamente, sino <span style="font-style:italic;">cuarenta y dos meses</span> (cf Dn 12,7, la de Antíoco Epífanes) = tres años y medio = <span style="font-style:italic;">mil doscientos setenta días</span>, la mitad de siete años (siete = totalidad / plenitud), es decir, un tiempo mucho menos que suficiente para causar daños irreparables.<br /><br />Aun a riesgo de sufrir persecución, la misión de la comunidad es dar un testimonio (3), para el que se requieren al menos dos testigos, y ese testimonio es profético. De ahí que la iglesia esté representada por dos figuras de profestas.<br /><br />Para describir su condición se usan dos imágenes: dos olivos (cf. Zac 4,3.11-14: los dos ungidos, rey y sacerdote, atributos de los cristianos, cf. 1,6; 5,7) y <span style="font-style:italic;">dos candelabros </span>o fuentes de luz, como las siete iglesias en la visión inicial del libro (cf. 1,12) (4). La fuerza de su mensaje es irresistible, los adversarios no pueden impedir su proclamación (5). Las dos figuras aparecen bajo los rasgos de los más celebres profetas del AT; ambas ostentan los atributos de Elías (fuego: 2 Re 1; Eclo 48,1-3; <span style="font-style:italic;">cerrar el cielo</span> para impedir la lluvia: 1 Re 17) y de Moisés (<span style="font-style:italic;">transformar agua en sangre</span>, plagas: Éx 7-12) (6). <br /><br />El testimonio llega a suscitar la persecución sangrienta por parte del Estado, considerado como una potencia diabólica (7: <span style="font-style:italic;">la fiera que sube del abismo</span>); el poder político les dará muerte, pero la sociedad habrá tenido mucho tiempo de captar el mensaje que proponían (<span style="font-style:italic;">cuando terminen su testimonio</span>). Último ultraje, negarles la sepultura, como a gente rechazada por Dios (Sal 79,3; Jr 8,2; 16,4-7; 25,33; 2 Mac 5,10) (8). La ciudad que tal hace es la que <span style="font-style:italic;">en lenguaje profético</span> (lit. "espiritualmente/inspiradamente") se llama <span style="font-style:italic;">Sodoma</span>, la ciudad abominable destinada a la destrucción y <span style="font-style:italic;">Egipto</span>, la tierra de opresión de donde saca el éxodo de Jesús. Jerusalén, que crucificó al Señor, se convierte en prototipo de ciudad maldita y opresora.<br /><br />Se pensaba que la muerte esra definitiva pasados tres días; así, a los tres días y medio, creerán haber acabado para siempre con la denuncia que los atormentaba; de <span style="font-style:italic;">todo pueblo y raza</span>: el mensaje evangélico pone en peligro la existencia de cualquier forma de opresión en el mundo (9). Alegría de los impíos que piensan haber cerrado la boca a Dios (10).<br /><br />Pero la suerte de los testigos -como la de todo cristiano- es la misma de Jesús: el triunfo del mundo es sólo aparente (11). Llegará el día en que sean reivindicados públicamente, cuando será evidente que Dios estaba de su parte. Es decir, los adversarios podrán constatar que la persecución, en vez de ponerle fin, fortalece el movimiento suscitado por el mensaje (12).<br /><br />La resurrección y exaltación de los dos testigos (11-12) se acompaña de una terrible calamidad, aunque limitada (13: <span style="font-style:italic;">la décima parte</span>); la <span style="font-style:italic;">ciudad</span> puede representar a la sociedad, cuya estructura se ve notablemente afectada; <span style="font-style:italic;">siete mil</span>, una totalidad, ruina de un numeroso círculo o clase social. La calamidad hace comprender. <span style="font-style:italic;">Dieron la razón</span>, lit. "dieron gloria", cf. Lc 23,47; Jn 9,24; Rom 4,20. La calamidad y sus resultados parecen ser un anuncio profético del efecto final del mensaje en la sociedad pagana, la desaparición de la injusticia y el cambio de valores, al fin de los "cuarenta y dos meses" de persecución.Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2036488702101985980.post-78504543356410011742010-09-24T02:45:00.000-07:002010-09-24T03:18:59.099-07:00EL LIBRITO PROFÉTICO. Ap 10,1-11.<span style="font-weight:bold;">10 1</span> Vi entonces otro ángel vigoroso que bajaba del cielo envuelto en una nube; el arco iris aureolaba su cabeza, su rostro parecía el sol y sus piernas columnas de fuego.<br /><span style="font-weight:bold;">2</span> Llevaba en la mano un librito abierto. Plantó el pie derecho en el mar y el izquierdo en la tierra<br /><span style="font-weight:bold;">3</span> y dio un grito estentóreo, como rugido de león; cuando gritó él, los siete truenos hicieron resonar su estruendo.<br /><span style="font-weight:bold;">4</span> Cuando hablaron lo siete truenos, me dispuse a escribir, pero oí una voz del cielo que decía; "Guárdate lo que han dicho los siete truenos, no lo escribas ahora".<br /><span style="font-weight:bold;">5</span> El ángel que había visto de pie sobre el mar y la tierra <span style="font-style:italic;">levantó la mano derecha al cielo</span><br /><span style="font-weight:bold;">6</span> <span style="font-style:italic;">y juró por el que vive por los siglos de los siglos </span>(Dn 12,7), por el que creó el cielo y cuanto contiene, la tierra y cuanto contiene, el mar y cuanto contiene: "Se ha terminado el plazo;<br /><span style="font-weight:bold;">7 </span>cuando el séptimo ángel empuñe su trompeta y dé su toque, entonces, en esos días, llegará a su término el designio secreto de Dios, como lo anunció a sus siervos los Profetas".<br /><span style="font-weight:bold;">8</span> La voz del cielo que había escuchado antes se puso a hablarme de nuevo diciendo: "Ve a coger el libro abierto de la mano del ángel que está de pie sobre el mar y la tierra.<br /><span style="font-weight:bold;">9</span> Me acerqué al ángel y le dije: "Dame el librito". Él me contestó: "Cógelo y cómetelo; te amargará las entrañas, aunque al paladar te sabrá dulce como la miel".<br /><span style="font-weight:bold;">10</span> Cogí el librito de mano del ángel y me lo comí; en la boca me sabía dulce como miel, pero cuando me lo tragué sentí una amargura en las entrañas.<br /><span style="font-weight:bold;">11</span> Entonces me dijeron: "Tienes que profetizar todavía contra muchos pueblos, naciones, lenguas y reinos".<br /><br /><span style="font-weight:bold;">EXPLICACIÓN</span>.<br /><br />1-11 Se interrumpe de nuevo el proceso destructor, que es sólo el envés de la acción salvadora de Dios. Hasta ahora, estando en el cielo, Juan había contemplado la historia humana descubriendo en ella la realización de los designios divinos. Ahora, en esta pausa que precede al son de la última trompeta, se encuentra de nuevo en la tierra.<br /><br />En el cielo había visto un ángel vigoroso que invitaba a abrir el rollo de los siete sellos (5,2). Ahora ve bajar del cielo a otro ángel vigoroso. Atributos del ángel: <span style="font-style:italic;">arco iris</span>, continúa la alianza de Dios con Noé, por la que prometió que nunca otro diluvio destruiría la humanidad (Gn 9,12-17); <span style="font-style:italic;">sol</span>, cf. 1,16 (de Jesús); <span style="font-style:italic;">columnas de fuego</span>, cf. 1,15 (1). Éste ángel trae un librito (revelación más limitada), no sellado, sino abierto, dispuesto para la lectura (revelación accesible) (2).<br /><br />El ángel parece personificar la visión de un relámpago que sale de una masa de nubes apiladas sobre el mar y la tierra (dominio universal de Dios). Antes de hablar, el ángel lanza un grito como el rugido de un león, al que hace eco el séptuple trueno, que simboliza la voz de Dios (Sal 29,3-9; Os 1,10; Am 1,2): es un mensaje divino el que trae. Sin embargo, no todo lo que Dios ha dicho puede ser comunicado por el momento (3-4).<br /><br />El juramento del ángel tiene por modelo Dn 12,7 (cf. Dt 32,40; Neh 9,6). <span style="font-style:italic;">Se ha terminado el plazo</span> (6); Dios señala el cumplimiento de su <span style="font-style:italic;">designio secreto</span> de salvación (contenido en el rollo sellado) (5-7).<br /><br />Cuando el fin parecía inminente, se renueva la misión profética de Juan (8). Tiene que digerir y meditar las palabras de Dios para poder transmitirlas eficazmente (cf. Ez 3,1-3). Son palabras de consuelo y de tristeza (<span style="font-style:italic;">dulce y amargo</span>) (9-10). Su mensaje se precisa y su misión se ensancha: ya no habla a siete iglesias (2,1ss), sino a muchos pueblos (11). Ha de exponer en detalle la etapa final, explicando el sentido profundo de la historia; aún no se ha hecho ver el sentido trascendente de la batalla que se libra en el mundo ni se han identificado los contendientes.Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2036488702101985980.post-28978313567794902692010-09-24T02:27:00.000-07:002010-09-24T02:44:48.063-07:00SEXTA TROMPETA O SEGUNDO AY: LA CABALLERÍA INFERNAL. Ap 9,13-21.<span style="font-weight:bold;">13 Al tocar su trompeta el sexto ángel oí una voz que salía de los ángulos del altar de oro que está delante de Dios.
<br /><span style="font-weight:bold;">14</span> Le decía al sexto ángel, al que tenía la trompeta: "Suelta a los cuatro ángeles que están atados junto al gran río, el Éufrates".
<br /><span style="font-weight:bold;">15</span> Quedaron sueltos los cuatro ángeles, que estaban reservados para matar en tal hora, día, mes y año a la tercera parte de la humanidad.
<br /><span style="font-weight:bold;">16</span> Las tropas de caballería contaban doscientos millones; el número lo oí.
<br /><span style="font-weight:bold;">17</span> En la visión vi así a los caballos y a sus jinetes; llevaban corazas color fuego, jacinto y azufre; las cabezas de los caballos parecían cabezas de león y por la boca echaban fuego, humo y azufre.
<br /><span style="font-weight:bold;">18</span> Estas tres plagas, es decir, el fuego, el humo y el azufre que echan por la boca, mataron a la tercera parte de la humanidad.
<br /><span style="font-weight:bold;">19</span> Los caballos tienen su ponzoña en la boca y también en la cola, pues las colas parecen serpientes con cabezas y con ellas dañan.
<br /><span style="font-weight:bold;">20</span> El resto de los hombres, los que no murieron por estas plagas, tampoco se arrepintieron: no renunciaron a las obras de sus manos, ni dejaron de rendir homenaje a los demonios y <span style="font-style:italic;">a los ídolos de oro y plata, bronce, piedra y madera, que no ven ni oyen ni andan</span> (Sal 115,4-7).
<br /><span style="font-weight:bold;">21</span> No se arrepintieron tampoco de sus homicidios, ni de sus maleficios, ni de su lujuria, ni de sus robos.
<br />
<br /><span style="font-weight:bold;">EXPLICACIÓN</span>.
<br />
<br />13-21. La voz sale de entre los ángulos del altar donde se han ofrecido las oraciones de los fieles (8,3) (13). También esta plaga, por tanto, es respuesta a ellas, pero no va a afectar a los individuos aislados, sino a la sociedad como tal. Se pensaba que los reinos o imperios estaban protegidos o apoyados por ciertos ángeles. Aquí, los cuatro ángeles atados junto al río Éufrates representan al Imperio de los partos, situado al otro lado del río (14).
<br />
<br />Se desata la fuerza de este imperio (15), famoso por su caballería aguerrida e innumerable (16). Había infligido a Roma humillantes derrotas, en 53 a.C. y de nuevo en 62 d.C. Juan describe la ferocidad de esta cabellería diseñando unas bestias mitológicas (17: <span style="font-style:italic;">cabezas de león</span>, etc.). Los jinetes partos llevaban arcos (cf. 6,2) con los que disparaban con atinada puntería lo mismo al atacar que al retirarse (19: <span style="font-style:italic;">los caballos tienen su ponzoña en la boca y también en la cola</span>).
<br />
<br />Los estragos de la invasión no eliminan la idolatría. Los hombres no aprenden con los desastres, siguen con los ídolos que no pueden salvarlos (<span style="font-style:italic;">no ven ni oyen ni andan</span>) y que no son más que proyecciones de los que los fabrican (<span style="font-style:italic;">obras de sus manos</span>) (Dn 5,4) (20); tampoco renuncian a la injusticia: violencia, malas artes, inmoralidad, ambición de riqueza (21). El llamamiento divino simbolizado por estas plagas, lo mismo las interiores (langostas) que las que proceden del exterior (invasión), no tienen por finalidad castigar a los hombres, sino hacerlos recapacitar para provocar un cambio de conducta.Unknownnoreply@blogger.com0