miércoles, 25 de agosto de 2010

PRÓLOGO. Ap 1, 1-3

1 Revelación de Jesús Mesías. Lo que Dios le encargó mostrar a sus siervos sobre lo que tiene que suceder en breve, y él comunicó enviando su ángel a su siervo Juan.
2 Diciendo todo lo que ha visto, éste se hace testigo de la palabra de Dios y del testimonio de Jesús Mesías.
3 Dichoso el que lee y los que escuchan esta profecía y hacen caso de lo que está escrito en ella, porque el momento está cerca.


EXPLICACIÓN.

1-3 Prólogo. El libro es una profecía (3), Como los antiguos profetas, su autor se llama siervo, pero de Jesús Mesías (1). La revelación viene de Jesús en cuanto Mesías/Salvador; él ha recibido de Dios el encargo de hacerla y la comunica a Juan por medio de un mensajero (ángel). Juan, garante (testigo) de la autenticidad de la revelación. El libro está destinado a la lectura pública (3: el que lee y los que escuchan); no se escribe para aterrorizar ni intimidar, sino para dar ánimos (3: Dichoso el que, etc.); su autoridad es la de la palabra divina (cf. Lc 11,28). La historia se encuentra en su etapa final (el momento está cerca).

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