martes, 21 de septiembre de 2010

EL QUINTO SELLO: LOS MÁRTIRES APELAN A DIOS. Ap 6,9-11.

9 Cuando soltó el quinto sello, vi al pie del altar, con vida, a los asesinados por proclamar la palabra de Dios y por el testimonio que mantenían;
10 clamaban a grandes voces:

- Tú, el soberano, el santo y leal,
¿para cuándo dejas el juicio de los habitantes
de la tierra y la venganza de nuestra sangre?

11 Dieron a cada uno una vestidura blanca y les dijeron que tuvieran calma todavía por un poco, hasta que se completase el número de sus compañeros de servicio y hermanos suyos que iban a sufrir la muerte como ellos.

EXPLICACIÓN.

9-11. Quinto sello (9-10): la calamidad aquí descrita afecta a los cristianos: la persecución y la muerte por proclamar la palabra de Dios y por el testimonio que mantenían; no se verifica en un tiempo posterior al de las cuatro precedentes, presenta la situación de las comunidades en el mismo mundo que sufre las plagas anteriores y es un índice de la injustica de ese mundo (9). Con vida, en gr., tas prykhas, indicando la existencia, la vida, como contraste con la muerte que habían sufrido (cf. Mt 10,28).

Con la frase estaban al pie del altar (nueva imagen tomada del templo de Jerusalén) Juan explica el sentido de esa muerte: tiene el valor de un sacrificio, es decir, la proclamación y práctica del mensaje de Dios, que ha culminado con la pérdida de la vida a manos de los enemigos del hombre (asesinados) ha contribuido a la salvación/liberación de la humanidad.

El clamor (10) de los maŕtires pide con urgencia su propia reivindicación (cf. Dt 32,43). Refleja, sin duda, una pregunta que se hacen las comunidades cristianas. Esa muerte injusta no puede dejar a Dios indiferente; ha de llegar un momento en que los asesinos tengan que reconocer su error (el juicio) y los que han muerto como criminales sean reivindicados (la venganza). Dios tiene que mostrar alguna vez ante la historia que está de parte de los perseguidos.

Llegará el momento de la reivindicación, pero no inmediatamente (11). El testimonio de los cristianos ha de continuar, pues su entrega va construyendo la humanidad nueva, objetivo del designio divino; esta labor es más importante que la reivindicación histórica de los mártires cristianos. La vestidura blanca (cf. 3,5.18; 4,4, de los ancianos; 7,9.13; 19,14) significa que comparten la gloria y la condición del resucitado.

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