viernes, 24 de septiembre de 2010

LAS CUATRO PRIMERAS TROMPETAS. Ap 8,7-13.

7 Al tocar su trompeta el primero se produjeron granizo y centellas mezclados con sangre y los lanzaron a la tierra: un tercio de la tierra se abrasó, un tercio de los árboles se abrasó y toda la hierba verde se abrasó.
8 Al tocar su trompeta el segundo ángel lanzaron al mar un enorme bólido incandescente:
9 un tercio del mar se convirtió en sangre, un tercio de los seres que viven en el mar murió y un tercio de las naves naufragó.
10 Al tocar su trompeta el tercer ángel se desprendió del cielo un gran cometa que ardía como una antorcha y fue a dar sobre un tercio de los ríos y sobre los manantiales.
11 El cometa se llamaba "Ajenjo": un tercio de las aguas se convirtió en ajenjo y mucha gente murió a consecuencia del agua, que se había vuelto amarga.
12 Al tocar su trompeta el cuarto ángel repercutió en un tercio del sol, en un tercio de la luna y en un tercio de las estrellas: se entenebreció un tercio de cada uno y al día le faltó un tercio de su luz, y lo mismo a la noche.
13 En la visión oí un águila que volaba por mitad del cielo clamando: "¡Ay, ay, ay de los habitantes de la tierra por los restantes toques de trompeta, por los tres ángeles que van a tocar!"

EXPLICACIÓN.

7-13. La naturaleza se vuelve hostil para los que se oponen al plan de Dios. Las catástrofes, reflejo de la maldad de los hombres, son sólo parciales; se ven como un aviso divino e incluyen una esperanza de la liberación.

Las tres primeras trompetas provocan plagas que recuerdan las de Egipto (castigo de los opresores y preludio de la liberación): granizo (7), sangre (7,8) y tinieblas (Éx 7-10) (12); se añade el fuego (7) (cf. Jl 2,30) y la montaña ardiente o bólido incandescente que se precipita en el mar (cf. Jr 51,25) (8); esta imagen puede estar inspirada en la erupción del Vesubio que sepultó Pompeya (70 d.C). Ajenjo (11), planta aromática de esencia amarga y tóxica; para el agua envenenada, cf. Jr 9,14; 23,15.

Quedan así parcialmente dañados (un tercio) la tierra y sus productos (7: primera trompeta, hambre), el mar, la pesca y el comercio (8-9: segunda trompeta, terror, hambre), el agua potable (10-11): tercera trompeta, sed), la luz del día y de la noche (12: cuarta trompeta; tristeza).

El grito del águila (13), nota de terror, anuncia el toque de las tres últimas trompetas: nueva dimensión de los males que se avecinan, que ya no dañarán a la naturaleza, sino directamente a los hombres.

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