viernes, 17 de septiembre de 2010

SEGUNDA SECCIÓN: SE ABRE EL ROLLO. Los cuatro primeros sellos: Los jinetes. Ap 6,1-8

6 1 En la visión, cuando el Cordero soltó el primero de los siete sellos, oí al primero de los vivientes que decía con voz de trueno: "Ven".
2 En la visión apareció un caballo blanco; el jinete llevaba un arco, le entregaron una corona y se marchó victorioso para vencer otra vez.
3 Cuando soltó el segundo sello, oí al segundo viviente que decía: "Ven".
4 Salió otro caballo, alazán, y al jinete le dieron poder para quitar la paz a la tierra y hacer que los hombres se degüellen unos a otros; le dieron también una espada grande.
5 Cuando soltó el tercer sello, oí al tercer viviente que decía: "Ven". En la visión apareció un caballo negro; si jinete llevaba en la mano una balanza.
6 Me pareció oír una voz que salía de entre los cuatro vivientes y que decía: "Un cuartillo de trigo, un denario de plata; tres cuartillos de cebada, un denario de plata; al aceite y al vino, no los dañes".
7 Cuando soltó el cuarto sello, oí la voz del cuarto viviente que decía: "Ven".
8 En la visión apareció un caballo amarillento; el jinete se llamaba "Muerte" y el Abismo lo seguía. Les dieron potestad sobre la cuarta parte de la tierra, para matar con espada, hambre, epidemias y con las fieras salvajes.

EXPLICACIÓN.

1-8 Para Juan, como para la tradición judía, el cielo no es un lugar remoto separado de la tierra; por el contrario, es en el cielo donde se prepara el futuro del mundo; la visión en el cielo revela al profeta el plan que se está realizando en la historia humana (cf. Mt 6,19; "realícese en la tierra tu designio del cielo").

El profeta presencia acciones simbólicas (soltar los sellos, tocar las trompetas, derramar los cuencos) que son los anuncios celestes de sucesos que han de ocurrir en la tierra. Los símbolos forman series de siete, y el séptimo de cada grupo sirve de introducción a la serie siguiente. Las visiones avanzan según su propia lógica, pero sin perder nunca el contacto con el curso de los acontecimientos históricos.

La ruptura de los sellos da la señal para el primer ciclo de calamidades. Los sucesos provocados por la ruptura de los cuatro primeros están inspirados en Ez 14,21 y >Zac 1,8-11; 6,1-8; son los castigos tradicionales para un pueblo rebelde. En los cuatro se sigue el mismo esquema: ruptura del sello, orden (auditiva), cumplimiento (visivo). El caballo simboliza una fuerza irresistible dentro de la historia humana (2 Re 2,6-11, Elías; 2 Mac 3,25; 5,2-3).

Primer sello (1-2): el caballo blanco cuyo jinete lleva un arco puede representar la caballería de los partos, amenaza constante en la frontera oriental del Imperio romano, que ganó una importante batalla contra Roma en 62 d.C. El caballo blanco y la corona simbolizan la victoria de esos ejércitos (Ez 5,16s; 14,21s). Juan prevé la invasión de bárbaros en territorios del Imperio.

Segundo sello (3-4): Caballo alazán/rojo (sangre): violencia fratricida; una espada grande: el Estado mismo practica la violencia.

Tercer sello (5-6): Caballo negro (tiniebla, Ez 45,10), balanza en su mano, puede disponer de ella. Un cuartillo de trigo era la ración por persona y día; un denario de plata era el jornal de un obrero o campesiono. Carestía para la cebada, el alimento de los pobres, no para los artículos de lujo (aceite y vino, cf. 18,13; Sal 21,17): injusticia social, al mismo nivel que la violencia física y la muerte.

Cuarto sello (7-8): Caballo verde amarillento/bayo. La muerte es propiamente la epidemia, pero engloba las plagas anteriores; el abismo, el lugar de los muertos. Los males afectarán sólo a una parte de la humanidad; las fieras, castigo proverbial, cf. Jr 14,12; 15,3; Ez 5,12.17; 14,21; 33,27.

Las calamidades provocadas por los cuatro primeros sellos no habían sido raras en la historia y eran efectos de la rivalidad y la injusticia. La lógica del mal se considera como un juicio de Dios.

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